Oportunidades en transición energética fuerzan a Chile a acelerar reforma de permisos

Chile pretende promulgar hacia fines de año la legislación de reforma al trámite de permisos, medida clave para agilizar el arranque de proyectos y aprovechar las oportunidades que ofrece la transición energética.

Con el objetivo de reducir los tiempos de procesamiento, se debaten en el Congreso dos propuestas de ley, uno sobre permisos sectoriales y otra centrada en el sistema de permisos ambientales.

Las iniciativas se encuentran entre 21 proyectos legislativos anunciados recientemente en el Congreso, dijo a BNamericas el ministro de Economía, Nicolás Grau, en el marco de la cumbre internacional anual de la agencia de promoción de inversiones InvestChile, celebrada en la capital, Santiago.

“La idea de este fast-track es hacer los máximos esfuerzos para que todos estos proyectos estén aprobados desde aquí al 30 de septiembre, que es cuando comienza la discusión presupuestaria”, dijo Grau.

Reducir los plazos de obtención de permisos, junto con rebajar las tasas de interés de largo plazo de los bancos locales son dos formas de acelerar el flujo de inversión y, con ello, aprovechar los estímulos de la transición energética, indicaron panelistas del evento.

En cuanto al sistema de permisos, Grau señaló a los inversionistas que hay cosas que se podrían hacer mejor. Mientras se discuten los proyectos de ley, las autoridades de gobierno y los funcionarios públicos están haciendo lo posible dentro de los límites del marco regulatorio actual.

Chile tiene una multimillonaria cartera de proyectos cuyos principales motores de inversión son los sectores de energía limpia y minería, este último un posible beneficiario de la creciente demanda de metales energéticos, en particular de litio y cobre. También está creciendo la demanda de energía limpia las 24 horas del día y 7 días de la semana para la minería y otros sectores económicos.

Entre el segundo trimestre y fines de diciembre, alrededor de US$24.000 millones en proyectos —de los sectores de minería y metales, energía, infraestructura, agua y residuos y TIC— podrían entrar en fase de construcción, según la herramienta Forecast de BNamericas.

La inversión extranjera directa en Chile ha mantenido su resiliencia. El país recibió un flujo neto de US$4.450 millones en el primer trimestre después de un sólido 2023, cuando se registraron US$21.700 millones, la cifra anual más alta desde 2015. Grau señaló que la tarea de las autoridades es ayudar a acelerar el ritmo.

El presidente Gabriel Boric, subrayando la importancia de la política de Estado y una visión de largo plazo, indicó que las cifras demuestran que hay confianza en el país.

Boric agregó que existen diferencias políticas, pero también hay muchos puntos en común con respecto al bienestar de la nación, y puso como ejemplo un proyecto legislativo sobre regalías mineras que logró consenso en el Congreso, lo cual permitió reducir la incertidumbre y destrabar inversiones en el sector.

En cuanto a las oportunidades, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, dijo en el evento que una tarea es garantizar que las inversiones planificadas se materialicen: "Ciertamente, el gobierno está decidido a no dejar pasar estas oportunidades".

En una nota similar, William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para América Latina, señaló en la conferencia que Chile y el resto de la región estaban "increíblemente bien posicionados" para subirse a la ola de transición energética, y destacó atributos como sus redes eléctricas relativamente limpias. América Latina también posee abundantes recursos minerales.

Está surgiendo una tendencia en la que el comercio y la inversión entre países políticamente alineados y aliados se están fortaleciendo y América Latina debe ser consciente de este cambio, indicaron los participantes del evento.

Los bienes verdes y la industria de servicios son puntos brillantes en el panorama mundial del comercio y la inversión, sostuvo Rebeca Grynspan, secretaria general de CNUCYD, órgano de comercio y desarrollo de la ONU.

Entre los desafíos en la región está aumentar la productividad, reforzar la infraestructura y generar una fuerza laboral calificada.

La directora de InvestChile, Karla Flores, señaló en la conferencia que, entre los objetivos locales de inversión extranjera directa, está la creación de empleos de calidad y elevar los estándares en los ámbitos de capacitación, transferencia de conocimiento y productividad.

La inversión extranjera es un motor clave del crecimiento económico en Chile, país que debiera experimentar una expansión del PIB de 2,7% este año mientras reduce las brechas de capacidad y aprovecha los precios favorables del cobre, fuente clave de generación de ingresos por exportaciones.