Potencial interés de Pemex en Zama genera preocupación

La petrolera mexicana Pemex estaría interesada en hacerse cargo del campo marino Zama, de Talos Energy. 

Se trata de la última de una serie de señales que sugieren que la compañía estatal pretende recuperar el control de activos de petróleo y gas de México.

"Está claro que AMLO [Andrés Manuel López Obrador] no cree que el libre mercado vaya a resolver el desafío que representa aumentar la producción de petróleo", dijo a BNamericas Roger Horn, estratega sénior de mercados emergentes de SMBC Nikko Securities America. "Por lo tanto, hay que prepararse para más políticas intervencionistas con Pemex como el mecanismo para la política energética mexicana".

El lunes, Reuters informó que Pemex considera usar sus derechos adyacentes en el sitio de aguas someras en el golfo de México para tomar el control del campo Zama que opera Talos Energy.

"Si las conversaciones se estancan, la Secretaría de Energía resolvería las disputas y designaría una compañía para supervisar las perforaciones", consigna la nota. En 2018, Pemex y Talos comenzaron las conversaciones para desarrollar los sitios adyacentes.

IMPORTANCIA DE ZAMA

El descubrimiento hecho por Talos hace dos años marcó un giro significativo y simbólico. Se cree que el sitio tiene al menos 1.000 millones de barriles (Mb) de crudo. Debido a que fue el primer descubrimiento de petróleo de una empresa extranjera desde la década de 1930, también fue aclamado como un éxito de las reformas energéticas de 2013 destinadas a liberalizar el mercado.

Pese a que Zama podría no extenderse al sitio adyacente, es más probable que parte del yacimiento sí se extienda e incluya el área que reclama Pemex. La petrolera, sin embargo, aún no comienza los trabajos exploratorios necesarios para demostrarlo.

Una compañía socia de Talos en Zama, Sierra Oil & Gas, ya vendió su participación en el sitio, mientras que en agosto otro socio, Premier Oil, puso su participación en venta.

El artículo de Reuters indica que Premier Oil y Wintershall DEA, que ahora posee la participación de Sierra, ven potencial en el sector energético mexicano.

MAYORES IMPLICACIONES

La noticia de la potencial adquisición de Pemex es parte de un plan del gobierno para incrementar la producción de la petrolera durante el período de AMLO, para llegar a 2,67Mb/d para 2024.

Durante los primeros cinco meses de 2019, Pemex promedió 1,67Mb/d, resultado de disminuciones de la producción anual que datan de 2004.

AMLO insiste en que la producción de petróleo de la compañía se estabilizó en los últimos meses. En agosto, dijo al Congreso que Pemex producirá 50.000b/d más en diciembre.

Los expertos dudan de que la petrolera sea capaz de producir 1Mb/d más dentro de cinco, lo que deja abierta la posibilidad de que el gobierno intervenga más en el mercado energético para ayudar a Pemex.

Según el informe de Reuters, la decisión de Sierra de irse fue el resultado de una "nube gris" de política gubernamental que complicó la obtención de capital.

Si bien AMLO ha dicho que Pemex cumplirá con los contratos existentes, su administración ha obligado a empresas privadas a renegociar contratos con la eléctrica estatal CFE.

Además, AMLO ha actuado rápidamente durante el año para restringir el desarrollo de sitios por parte de compañías petroleras privadas. Para ello ha descartado la participación de postores privados, endurecido las reglas para la inversión minoritaria en Pemex y otorgado a la petrolera control completo sobre la construcción y operaciones de la refinería Dos Bocas.

Recientemente, el regulador de hidrocarburos CNH aprobó una extensión de contrato de dos años para las obras de Talos en Zama, así como permisos para exploración adicional en el Bloque 7 que abarca Zama.

Talos y Pemex tienen hasta septiembre de 2020 para entablar una negociación preliminar para la ejecución conjunta del campo Zama.