Precios del oro y estaño impulsan ingresos de peruana Minsur

La minera peruana Minsur, que opera la mina de estaño San Rafael, en la Región Puno, y la mina de oro Pucamarca, en la Región Tacna, registró ingresos de US$455 millones entre enero y junio, frente a US$305 millones del primer semestre de 2023.

Los ingresos crecieron principalmente gracias al aumento de los precios en el segundo trimestre, que alcanzaron los US$2.338/oz para el oro, un aumento interanual de 18%, y US$32.353/t para el zinc, 23% más, según el último informe de resultados de Minsur.

Las ventas trimestrales de estaño ascendieron a US$230 millones y las de oro a US$26,9 millones, alcanzando los US$397 millones y los US$57,5 millones en el primer semestre. La producción de estaño creció 36% a 13.531t, pero la de oro cayó 9% a 29.703oz.

La ganancia neta descendió 6% a US$176 millones, debido a las necesidades de las filiales. Minsur tiene participaciones en empresas como Minera Latinoamericana y Cumbres Andinas.

Si solo se considera las operaciones directas de la empresa –las dos minas y la refinería de estaño en Pisco–, la ganancia ajustada pasa de US$27,7 millones a US$112 millones. Esto último es producto tanto de los mejores precios señalados como de una baja base comparativa por complicaciones en el 1T23 en medio de protestas que hicieron que la producción se paralice.   

INVERSIONES 

El capex ascendió a US$43,5 millones en el primer semestre, frente a los US$35,5 millones del mismo periodo del año anterior. La inversión en San Rafael se mantuvo estable en torno a US$30,9 millones, mientras que Pucamarca recibió US$10,6 millones, principalmente para la construcción de la plataforma de lixiviación 5A, frente a los US$2 millones de hace un año.

Los gastos de exploración en el primer semestre ascendieron a US$15,9 millones, de los que US$9,3 millones correspondieron al 2T24, frente a los US$4,7 millones del 1T24.

La subida estuvo vinculada al incremento de las inversiones en proyectos totalmente nuevos y a una base comparativa baja. En el 2T23, las medidas cautelares supusieron el aplazamiento de actividades debido a las protestas sociales.