Precios negativos del petróleo redoblan presiones sobre Pemex

El precio de referencia del crudo de exportación de México cayó a -US$2,37/b el martes, señal breve pero inquietante para la petrolera nacional Pemex.

“Tenemos seguros, en el caso de Pemex no para todo lo que se produce, pero sí para un porcentaje importante; y en el caso de Hacienda es 100%”, indicó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en una conferencia de prensa el martes.

"Por eso, le puedo decir al pueblo de México que vamos a salir adelante".

El presupuesto de México depende de la renta petrolera para aproximadamente un 15% de los ingresos, vulnerabilidad que la Secretaría de Hacienda (SHCP) ha tratado de limitar tomando costosos contratos de cobertura cada año desde 2001.

En enero, la SHCP dio a conocer que gastó casi US$1.400mn en contratos de cobertura para vender petróleo a US$49/b, medida que, como señaló AMLO, protegerá al gobierno de tener que pagar para regalar el crudo.

La fórmula para la mezcla mexicana, denominada crudo Maya, se basa en un 65% en el West Texas Intermediate —que se desplomó a -US$37/b el lunes— y un 35% en el crudo Brent.

A nivel mundial, mientras el almacenamiento de petróleo en terminales costa adentro y en buques petroleros va alcanzando su máxima capacidad después de más de un mes de precios deprimidos, la caída más reciente, asociada al último día de contratos para entrega en mayo, llevó al precio de la mezcla mexicana a terreno negativo.

Con ello, Pemex probablemente podría estar en una posición más delicada que lo que AMLO reconoce.

Welligence Energy Analytics cree que la petrolera nacional solo cubrió alrededor de 15% de su producción de 2020 a un precio de US$49/b.

El presidente ejecutivo, Octavio Romero, señaló en marzo que la estatal había comenzado a recibir compensaciones tras ejercer los contratos de cobertura, pero eso se dio luego de que Pemex sorprendiera a la comunidad energética al reportar una pérdida de US$20.000mn en 2019.

Ahora, después de haber ejercido parte de sus coberturas y con los precios globales aún presionados a la baja, Pemex está cada vez más expuesto que nunca.