Presidente electo de Paraguay apunta a convertir hidroeléctrica Itaipú en motor de desarrollo

El presidente electo de Paraguay, Santiago Peña, aseguró que la hidroeléctrica Itaipú puede convertirse en un importante motor de desarrollo para el país ahora que su gobierno busca reforzar la integración regional, especialmente con su vecino Brasil.

¿Cómo desarrollamos el Paraguay? No con una política rentista, vendiendo energía, sino utilizando la energía. Pero, además de la utilización de energía, Itaipú puede ser una fuente de desarrollo”, declaró Peña (en la foto, a la derecha) a los reporteros después de reunirse con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

Añadió que Brasil, copropietario de la megarrepresa ubicada en el río Paraná y compartida por ambas naciones, está plenamente dispuesto a renegociar el Anexo C del tratado de Itaipú, que se refiere a las bases económicas de la instalación y la prestación de los servicios eléctricos del complejo hidroeléctrico.

Peña indicó que las conversaciones no necesariamente se limitarán a ese anexo y que también se podrían discutir otros aspectos del tratado. La negociación debiera comenzar el 13 de agosto, dos días antes de que asuma la presidencia.

Agregó que espera que las conversaciones concluyan rápidamente y que quiere impulsar la integración dentro del bloque comercial Mercosur, además de destacar el papel de entidades multilaterales como Fonplata, CAF y el BID en el financiamiento de los proyectos de infraestructura requeridos para dicha integración.

También reiteró que restablecerá las relaciones diplomáticas con Venezuela, aunque aclaró que no mencionó el estatus del país dentro del Mercosur durante su reunión con el mandatario brasileño.

Venezuela fue suspendida del Mercosur en 2017 por la represión del gobierno contra políticos de oposición.

Con respecto al propuesto tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, Peña se manifestó a favor, pero precisó que compartía la posición de Brasil de que algunas de las cláusulas ambientales son demasiado estrictas para países en desarrollo como los del Mercosur.