Prohibición de operar de Huawei facilitaría "intervencionismo estatal"

A medida que crecen los rumores de una creciente presión del gobierno de EE.UU. sobre Brasil para que ponga un alto al auge de la tecnología china, la industria de las telecomunicaciones se mueve para evitar lo que considera una interferencia gubernamental indebida.

Uno de los mayores operadores de telecomunicaciones de Brasil –y antiguo cliente de Huawei– dijo que el gobierno que prohíbe las ventas de un fabricante de equipos de telecomunicaciones sería "insensato y abriría las puertas a otro intervencionismo estatal".

"No creo que sea útil o técnicamente posible. En mi opinión, eventualmente abriría lagunas para una intervención gubernamental inadecuada en otras áreas", manifestó Mario Girasole (en la foto), director de asuntos regulatorios de TIM Brasil, durante una conversación con BNamericas y otros medios en el almuerzo de fin de año de la compañía.

Recientemente, el presidente Jair Bolsonaro recibió en una audiencia a los directores brasileños y regionales de Huawei. La compañía está en el centro de las tensiones comerciales entre EE.UU. y China.

En las últimas semanas surgieron informes en Brasil que apuntaban a que el Gobierno estadounidense estaba "amenazando" al país con cancelar el acuerdo que permitía el uso comercial de la base de lanzamiento Alcántara si Brasil no prohibía el uso de la tecnología de Huawei.

Fuentes gubernamentales han negado públicamente cualquier presión de EE.UU.

Ante la pregunta formulada por BNamericas durante una reciente conferencia, el titular de la asociación brasileña de la industria electrónica, Abinee, Humberto Barbato, dijo que no estaba al tanto del supuesto chantaje.

"Sinceramente, no escuché nada en mis conversaciones con las autoridades gubernamentales", aseveró Barbato.

Para Girasole sería complicado justificar técnicamente la prohibición de ventas de una compañía como Huawei, que ha operado en Brasil durante 20 años. "No es que el problema de protección de datos y seguridad de datos no sea relevante", explicó Girasole.

Sin embargo, todos los principales operadores han utilizado durante mucho tiempo las tecnologías de red 2G, 3G y 4G de Huawei sin dudas sobre la seguridad de este equipo.

“Los operadores son los principales interesados en tener una red segura y confiable. Y la tecnología ha estado allí por años. Probamos todo lo que ingresa a nuestra red. ¿Qué haríamos?, ¿Reemplazar todo? ¿O el problema es solo con 5G? No tiene sentido”, se lamentó Girasole.

SUBASTA

Respecto de la subasta de 5G, el ejecutivo dijo que espera que esta se realice el 2S20, a pesar de los riesgos de aplazamiento, y expresó reservas sobre el formato propuesto, especialmente con respecto al fraccionamiento del espectro en demasiados bloques.

Abinee mantiene las mismas posiciones y dijo que espera grandes bloques de frecuencia y la licitación antes de 2021.

Girasole también reveló que le preocupaba la posibilidad de que una parte del espectro esté reservada para nuevos entrantes, especialmente PSI y pequeños operadores.

Con el argumento de defender el papel de los PSI, Girasole afirmó que es necesario separar la "propiedad" y el "uso" del espectro, y que los pequeños actores tendrían problemas para configurar una red 5G compleja.

“Lo importante no es la propiedad. Es el uso del espectro. ¿Es mejor poseer o poder usar este espectro? Tenemos que evitar que la subasta transforme el espectro en un activo financiero", indicó.

Según Girasole, un mejor formato sería que después de adquirir espectro, el operador nacional pudiera ofrecer parte de él a los actores pequeños en un área determinada, en una especie de mercado mayorista de espectro.

El ejecutivo también expresó reservas sobre la posibilidad de utilizar el espectro para redes privadas, y manifestó que la frecuencia de radio es un bien público y que el control sobre ella en redes privadas sería difícil.

Abinee, por su parte, sostiene que defenderá junto con Anatel la discusión de redes privadas para 5G.