Proyectos ferroviarios de Brasil crecen al alero de nuevo modelo regulatorio

El número de solicitudes y aprobaciones de proyectos ferroviarios en Brasil sigue su trayectoria ascendente gracias a un nuevo modelo regulatorio.

Las empresas privadas están aprovechando cada vez más el cambio normativo autorizado por el presidente Jair Bolsonaro el año pasado, que permite a las compañías construir y operar ferrocarriles de carga de corta distancia a través de derechos de servidumbre emitidos por el gobierno. Anteriormente, las compañías tenían que competir en procesos de licitación que podían prolongarse por años.

Hasta ahora, el gobierno ha autorizado a 13 empresas de diversos sectores a construir 22 tramos en todo el país. Estas líneas suman un total de 6.880km y se espera que supongan una inversión de 103.000 millones de reales (US$19.400 millones), según informó el Ministerio de Infraestructura en un comunicado

La autorización más reciente se otorgó a Porto do Açu Operações (controlada por Prumo Logística), operador del puerto de Açu, en el municipio de São João da Barra, en el estado de Río de Janeiro.

La empresa invertirá 610 millones de reales para construir una vía férrea de 41km para conectar el puerto con una red ferroviaria existente en la región.

La vía férrea Porto do Açu forma parte de un plan de inversión en energía e infraestructura valorado en 6.000 millones de reales para la central UTE GNA II, que será la mayor termoeléctrica a gas del país.

En virtud de la nueva regulación, el gobierno recibió 79 solicitudes que involucran 20.721km de vías férreas y posibles inversiones de 241.000 millones de reales.

Una vez concedida la aprobación por parte del gobierno, las empresas se encargan de obtener todas las licencias necesarias de las diferentes autoridades para llevar a cabo el proyecto.