Puertos en el ojo de la tormenta

La sequía está dañando a gran parte de Centroamérica y Sudamérica. A comienzos de año Chile se vio afectado por intensas y anormales lluvias que generaron inundaciones en el norte del país y hace poco la provincia argentina de Buenos Aires vivió eventos similares.

Además del aumento en el nivel del mar, el deshielo de glaciares andinos, el aumento en las temperaturas y el cambio en el régimen de lluvias, la región se vio en alerta esta semana por el fortalecimiento del fenómeno climático El Niño, que podría convertirse en uno de los más poderosos de los últimos 60 años.

Pese a que las consecuencias son prácticamente imposibles de mitigar desde el punto de vista tecnológico, los efectos se están viendo exacerbados por las malas prácticas en gestión ambiental, señala Julián Palacio, director ejecutivo de Latinports.​​

En un informe que evalúa las amenazas del cambio climático, el Banco Mundial indicó que un aumento de 20cm en el nivel del mar de aquí a 2050 podría generar impacto en 22 de las ciudades costeras más grandes de Latinoamérica y el Caribe y originaría pérdidas anuales de US$940mn. Un aumento de 40cm derivaría en US$1.200mn en pérdidas anuales.

Entre los problemas de la industria, el informe señala que en un escenario de mayor actividad de las tormentas tropicales, se elevaría el tiempo de inactividad portuaria para los barcos, lo que se traduciría en mayores costos de despacho.

El Caribe, debido a su geografía poco profunda y dependencia en actividades marítimas y costeras, se vería particularmente afectado, puesto que las tormentas y daños a infraestructura a causa de ciclones tropicales podrían alcanzar un total de hasta US$22.000mn de aquí a 2050 en un contexto de aumento en las temperaturas de los mares, indicó el Banco Mundial.

Julián Palacio mediará una presentación sobre el proyecto de navegación Magdalena en la novena South America Infrastructure & Energy Summit que realizará BNamericas en Bogotá, Colombia, el 9 y 10 de septiembre.