Que prioricen la integración energética y eléctrica piden a los gobiernos de Mercosur

Comunicado Cámara de Senadores

Un proyecto de declaración fue presentado por los parlamentarios Ricardo Canese, Edith Benítez, Blanca Lila Mignarro, Nery Olmedo y Enzo Cardozo ante el Parlasur. A través del mismo, se insta a los gobiernos del Mercosur, vía Consejo Mercado Común, a que den prioridad "a analizar las consecuencias de la crisis energética que se vive y se planifiquen y concreten en consecuencia proyectos de integración energética y eléctrica”. 

Alegan que la propuesta es en función a volver más “eficientes a nuestros sistemas energéticos, electrificando progresiva y masivamente a nuestros sistemas de transporte, tanto de cargas como de pasajeros”.

En la fundamentación, se plantea que se deben afrontar mejor los desafíos de la crisis energética y los altos precios de los hidrocarburos, considerando la guerra entre Rusia y Ucrania, la que implica un cambio sustancial en el mercado energético mundial, lo que también se refleja en nuestra región.

“Urge tomar medidas que mitiguen presentes y futuras incertidumbres y los consiguientes elevados costos de suministro”, se recalca en el documento presentado y manifiestan que, antes de la guerra citada, el mercado energético mundial estaba ya con serias dificultades para abastecer la demanda a costos reducidos, con costos que han venido subiendo sostenidamente.

“¿A qué se debe el sustancial aumento de la cotización del petróleo y del gas natural, e incluso del carbón mineral, que juntos abastecen las ¾ partes de la demanda mundial de energía?”, se pregunta entre los alegados en favor de la medida impulsada. Al respecto, se dice que la causa estructural mayor es que la economía se comenzó a reactivar en el 2021, por una parte, y existe, además, una mucha mayor preocupación para el aprovechamiento de energías en forma sustentable.

Se añade que el objetivo loable indicado, sin embargo, según expertos, ha tenido el efecto de reducir las inversiones en la explotación de energías fósiles, lo que se ha traducido en una menor oferta, la que se reduce aún más con los conflictos políticos, que ya se soportaban antes de la guerra de Ucrania. Esto último, se indica, ha elevado el “nerviosismo del mercado a niveles mucho mayores” y cita que los precios actuales (entre cien y doscientos dólares por barril de petróleo), que son muy superiores a los del 2021.

“A la generalizada falta de inversión en la exploración y explotación de energías fósiles se suman las fundadas críticas a la explotación de los esquistos bituminosos en los EEUU de América, por el contaminante método del fracking, lo que ha limitado significativamente la producción y las perspectivas de producción de hidrocarburos en uno de los mayores productores mundiales”, prosigue el material, que tendrá entrada en la próxima sesión ordinaria del Parlasur, el 4 de abril.

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