Radiografía al almacenamiento de energía en Chile

Chile tiene una cartera de 4,98GW en proyectos de almacenamiento de energía en revisión ambiental.

De ello, 4,36GW corresponden a iniciativas de almacenamiento vinculadas a parques de energía renovable, según un informe de julio de la asociación local Acera.

Los 617MW restantes derivan de proyectos independientes. El más grande es el de sales fundidas de 560MW Alba, planificado por la generadora AES Andes en el complejo de generación a carbón Angamos, en la norteña Región de Antofagasta. Su inversión está bajo análisis, según una presentación de la empresa en agosto.

El grueso de los proyectos de energía renovable que solicitan autorización incluye elementos de almacenamiento en baterías, lo que refleja principalmente estrategias para mitigar el riesgo de congestión en las líneas de transmisión y aprovechar los precios spot favorables fuera de las horas con sol.

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Hay proyectos de baterías en curso, construcción y planificación. Según datos de Acera, 64MW de capacidad de almacenamiento independiente están operativos, 57MW en fase de pruebas, 416MW en construcción y 118MW cuentan con autorización ambiental.

En cuanto a los sistemas incorporados a parques de renovables, 113MW se encuentran activos, 150MW en construcción y 1,22GW poseen licencia ambiental.

Con capacidad para asumir el riesgo asociado a la entrada a segmentos emergentes, las cuatro mayores generadoras de energía de Chile —Engie, Enel, Colbún y AES Andes— llevan la delantera.

Entre los construidos o puestos en marcha se encuentra el sistema de 8MW Diego de Almagro Sur, de Colbún e incorporado a la planta solar fotovoltaica de 230MW homónima.En construcción están el de 68MW BESS Tamaya, de Engie y vinculado al parque solar fotovoltaico de 114MW Tamaya (en la foto); y el de 139MW BESS Coya, ligado a la planta solar fotovoltaica de 181MW Coya.

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En julio AES Andes puso en servicio el sistema de almacenamiento más grande de América Latina: Andes Solar IIB, de 112MW.

Uno de los proyectos que ejecutan actores más pequeños es BESS San Andrés (35MW), perteneciente a Innergex.

Según estimaciones, Chile podría necesitar varios gigavatios de almacenamiento de energía para respaldar el retiro previsto de cerca de 5,5GW de capacidad a carbón, proceso que está en marcha.

Dadas las características geográficas del país, el almacenamiento por bombeo es considerada otra opción. BNamericas da seguimiento a un proyecto de este tipo: Espejo de Tarapacá, valorado en US$1.000 millones.

PIONEROS EN ALMACENAMIENTO EN BATERÍAS

En 2009, AES instaló el primer sistema de baterías de su tipo en Chile: el de 12,8MW BESS Andes en su subestación Andes. A este le siguió en 2012 BESS Angamos (20MW) en la planta a carbón homónima y en 2016, BESS Cochrane (20MW) en su central a carbón del mismo nombre. En 2019 se implementó BESS Arica (2MW), de Engie en una de sus subestaciones.

De los 64MW de capacidad independiente operativa a julio, 52MW son capacidad de 15 minutos, lo que respalda la confiabilidad de la red, pero no participa en los mercados de inyección y capacidad.

NORMATIVA

En el frente regulatorio, se está trabajando en áreas como coordinación y operación y en las reglas de transferencia de capacidad.

Las autoridades también están elaborando el reglamento que guiará la implementación de la ley de electromovilidad y almacenamiento energético de 2022, cuyos ejes está estimulando el desarrollo del segmento de almacenamiento autónomo.

Como están las cosas, el marco regulatorio para los sistemas de almacenamiento incorporados a plantas renovables está prácticamente terminado. Todos los ojos están puestos en las normas para los sistemas autónomos, en particular en lo relativo a su remuneración, que será vital para que algunos actores más pequeños obtengan financiamiento.

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Claudia Rahmann, directora del centro de investigación de energía solar SERC Chile y académica del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Chile, subrayó la importancia de los servicios auxiliares para destrabar el potencial del segmento.

"En cuanto a las barreras y desafíos existentes para los sistemas BESS, creo que en el caso de algunas tecnologías los costos de inversión siguen siendo un tema", dijo Rahmann a BNamericas. “Sin embargo, creo que lo más importante hoy en día en Chile es perfeccionar el mercado de servicios complementarios, de forma de generar mecanismos que incentiven la adecuada provisión de los servicios asociados a la regulación de frecuencia del sistema”.

"La idea es que se envíen las señales económicas correctas que incentiven a diferentes tecnologías de almacenamiento a proveer dichos servicios, de forma de garantizar una operación económica y segura del sistema frente a altos niveles de energías renovables no convencionales [ERNC]".

SUBASTAS

La licitación en curso por suministro para el mercado regulado contiene incentivos para proyectos renovables que incorporen almacenamiento.

En paralelo, el gobierno tiene previsto sacar sistemas a licitación. De aprobarse un proyecto de ley asociado en el Congreso, se encargarían estudios para definir los requisitos de los sistemas de almacenamiento y preparar las bases. Según una propuesta inicial, los postores ganadores —que podrían ser un generador o una empresa de transmisión— recibirían un pago fijo de los consumidores que reconocería capex y opex, del cual se deducirían los ingresos obtenidos por desplazamiento de carga, capacidad y servicios auxiliares.

Chile, que está trabajando para descarbonizar su economía, enfrenta el desafío de ampliar su infraestructura de transmisión y distribución sin sobrecargar a los usuarios finales, que son quienes pagan por estos servicios en sus cuentas de electricidad.