Recorte de proyecciones de superávit fiscal en Brasil genera preocupación

El Gobierno brasileño redujo sus estimaciones para el superávit fiscal de los próximos años, medida que genera preocupación entre los actores del mercado sobre la deuda nacional y deja menor margen para nuevos recortes de la tasa de política.

Ahora se anticipa que el superávit fiscal primario, o la diferencia entre la recaudación de impuestos del Gobierno Federal y los gastos, excluidos los pagos de intereses, llegará a cero en 2025. Ante se proyectaba en 0,5% del PIB.

Para 2026, el pronóstico del superávit disminuyó de 1,00% a 0,25% del PIB, dijo el gobierno en su ley de directrices presupuestarias para 2025.

"Las estimaciones presentadas por el Gobierno Federal en la propuesta legislativa son una señal muy negativa, pues no hay un compromiso por el control de gastos", dijo Roberto Troster, ex economista en jefe de la federación bancaria Febraban, en conversación con BNamericas.

"Con esto, estamos hablando de altas tasas de interés durante un período prolongado y con una creciente incertidumbre en la geopolítica global", anticipa el experto. “Podemos decir que estamos ante un riesgo creciente de una crisis fiscal en Brasil, lo que no se sabe es si esto sucederá en el corto o largo plazo”.

El Banco Central inició un ciclo de flexibilización monetaria en agosto al bajar gradualmente la tasa referencial Selic de 13,75% a 10,75%. Con las nuevas metas fiscales, Troster aumentó su pronóstico de la Selic para fin de año de 9,0% a 9,5%.

El escenario fiscal en Brasil se traza en medio de las presiones sobre las tasas de interés en los países desarrollados, como Estados Unidos, y los conflictos en Medio Oriente y sus potenciales impactos en los precios del petróleo, que podrían influir en la inflación presionando los mercados de capital y las actividades transaccionales.

"Los planes de expansión [de las empresas] ciertamente se contraerán, sus costos de capital seguirán siendo altos por más tiempo y las perspectivas de crecimiento global se revisarán a la baja", anticipa el jefe del área de finanzas corporativas y fusiones y adquisiciones de la consultora Kroll, Alexandre Pierantoni.

"Las tasas de interés deben permanecer altas por más tiempo para evitar grandes fluctuaciones monetarias en un contexto de apreciación del dólar —el margen para recortar las tasas de interés se ha reducido en EE.UU., Brasil y el resto del mundo—, y ya se están revisando las expectativas del mercado para la Selic de cerca de 10% al cierre de 2024", explicó el experto.

"En relación con las operaciones transaccionales en Brasil y el resto de América Latina, deberíamos segur un repliegue en el interés y las entradas internacionales", agregó.

Según las nuevas proyecciones fiscales, la deuda del sector público comenzaría a caer recién en 2028. La deuda del Gobierno Federal terminaría el año en 76,6% del PIB y aumentaría a 79,7% para 2027.

Los objetivos fiscales se revisan en medio de un enfrentamiento dentro de la administración de Luiz Inácio Lula da Silva, pues el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, es partidario de generar un superávit para que el país comience a reducir la deuda, mientras que otros funcionarios abogan por un mayor gasto como una forma de aumentar la popularidad.

De acuerdo con la ley de directrices presupuestarias, el gobierno también calcula que el salario mínimo aumentará a 1.502 reales (US$288) al mes en 2025, frente a los 1.412 reales de este año.