Reforma energética eliminará rondas licitatorias, pero Pemex podrá formar alianzas

Las rondas licitatorias por derechos de exploración y producción de petróleo y gas serán eliminadas en México, dijo el jueves la presidenta Claudia Sheinbaum.

La medida forma parte de una amplia legislación energética que la mandataria de izquierda envió al Congreso esta semana para su aprobación.

"Se eliminan las famosas rondas, aquellos concursos que dividían el país por bloques y en que [la estatal] Pemex concursaba al mismo nivel que una empresa transnacional para explotar el petróleo en México", dijo Sheinbaum en una rueda de prensa. "Se eliminan con la nueva ley".

Introducidas por un gobierno de derecha en 2013, las primeras rondas de licitación tuvieron lugar en 2015 y pusieron fin al monopolio de décadas de la petrolera estatal en exploración y producción.

Las rondas atrajeron la atención de grandes petroleras internacionales, como BP, Shell, Chevron y ExxonMobil.

El predecesor de Sheinbaum y su mentor político, Andrés Manuel López Obrador, canceló las rondas licitatorias cuando asumió la presidencia en 2018, pero no las eliminó de la legislación.

La mayoría de las petroleras internacionales que recibieron licencias las devolvieron tras el cambio de políticas.

Participación privada

Pemex podrá decidir si se asocia con empresas privadas en el segmento upstream, confirmó Sheinbaum.

Si bien dijo que las leyes vigentes permiten esa posibilidad, Pemex no impulsó la cesión de derechos durante la administración de López Obrador.

El único acuerdo importante cerrado en México cubre el campo en aguas profundas Trión, que data de 2016.

El proyecto de US$10.400 millones presenta un avance del 20%. Su operación está a cargo de la australiana Woodside Energy, que tiene una participación de 60 %. Pemex posee el 40 % restante.

El CEO de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, sostuvo este martes una reunión con representantes de Woodside Energy.

Diversos analistas han señalado que los operadores petroleros privados podrían mostrarse cautelosos a la hora de asociarse con Pemex, que tiene una deuda financiera neta de casi US$ 100.000 millones y que está retrasada en el pago a sus proveedores.

En Trión, Woodside está pagando la parte de los costos de desarrollo de Pemex para 2024, pero espera que la compañía federal financie su participación de 40% a partir de este año.