El sur de Chile podría convertirse en polo de hidrógeno verde

La austral región chilena de Magallanes es objeto de estudio en el marco de la ofensiva del país para convertirse en polo de producción de hidrógeno verde de clase mundial gracias a su generoso potencial eólico.

Según el Ministerio de Energía de Chile, un estudio determinó que la región podría producir 10 millones de toneladas anuales de hidrógeno verde mediante turbinas eólicas.

Hasta ahora, la iniciativa chilena de hidrógeno verde se ha centrado en las regiones del norte del país, que no solo tienen un potencial fotovoltaico de clase mundial, sino también sólidos recursos eólicos y demanda de hidrógeno de una industria minera a gran escala.

Sin embargo, el Ministerio de Energía concluyó que Magallanes tiene el potencial de sumar unos 126GW de capacidad eólica y podría hacer uso de la infraestructura existente para expandir la actividad exportadora. Esto incluye puertos bien ubicados y la experiencia petroquímica asociada al negocio de producción y exportación de metanol.

Hasta ahora, la región solo alberga dos aerogeneradores con una potencia total de 12,9MW. Tradicionalmente, no ha sido atractiva para inversiones en generación debido a la reducida demanda eléctrica y al aislamiento de la red nacional de Chile. No obstante, la floreciente industria del hidrógeno verde podría restar relevancia a estas limitaciones.

El ministerio indicó que Tierra del Fuego tiene un potencial especialmente alto. Se estima que el área concentra el 41% del potencial eólico de la región y las turbinas eólicas podrían ofrecer un factor de utilización de 50%, superior al promedio nacional para turbinas eólicas, que se acerca al 40%.

El ministerio también está realizando un estudio para medir el potencial de la Región de Antofagasta, que actualmente recibe la mayor parte de la inversión en nueva capacidad renovable.

Se estima que la iniciativa de hidrógeno verde de Chile contribuiría con entre 17% y 27% de los compromisos de reducción de emisiones del país en virtud del acuerdo climático de París. Esto ha generado una ola de interés en el combustible en toda América Latina.

El gobierno ha realizado giras para atraer inversión extranjera a proyectos piloto y dijo a principios de este mes que ya hay 40 proyectos en etapas iniciales de desarrollo.

Chile destinó US$50 millones en subsidios para proyectos de pequeña escala que probarán la tecnología al alero de su estrategia de hidrógeno verde.