Se requiere tiempo e investigación para conocer pérdidas aseguradas en Puerto Rico

Aunque ya está claro que los daños provocados a Puerto Rico por el huracán María fueron extremos e históricos, las estimaciones emergentes de pérdidas aseguradas muestran un sorprendente grado de variación.

La firma de modelación de catástrofes RMS calcula las pérdidas hasta en US$30.000mn, mientras que AIR Worldwide anticipa un rango mucho mayor, de US$35.000mn-75.000mn.

Según AIR, la determinación final podría incidir a largo plazo en la forma en que las aseguradoras evalúan el daño causado por las tormentas en el Caribe.

"Si bien María claramente ha tenido trágicas consecuencias para el pueblo de Puerto Rico, la tormenta también proporcionará información invaluable para entender la vulnerabilidad del inventario de edificios y cómo responderá la industria de seguros", señaló AIR.

En términos generales, RMS y AIR coinciden en los aspectos básicos. "Si bien hay más de US$500.000mn de exposición en Puerto Rico, la tasa de penetración de los seguros solo bordea el 60% [o unos US$300.000mn]", indicó RMS.

Esto se acerca al valor total de reemplazo del patrimonio asegurado en Puerto Rico, que AIR calcula en US$282.000mn, incluidos US$71.300mn en pólizas residenciales, US$67.800mn en pólizas comerciales, US$124.000mn en pólizas industriales y US$19.200mn en pólizas automotrices.

UN PROCESO INTENSIVO

"La comprobación de las estimaciones de pérdidas llevará tiempo, ya que es probable que el acceso se vea fuertemente restringido durante semanas", señaló AIR en su último análisis.

Michael Young, jefe de gestión de productos para modelos climáticos estadounidenses de RMS, afirma que su equipo podría tener ventaja, dado que ya ha tenido acceso a la isla.

"RMS ha tenido conversaciones detalladas con aseguradoras en la isla, según las cuales en zonas urbanas con mayores tasas de penetración de seguros el daño estructural podría ser más limitado", dijo Young. "Puede que los impactos más catastróficos hayan ocurrido en áreas con bajísima cobertura de seguro, de acuerdo con estas fuentes. Esta es una de las razones por las que RMS espera que las pérdidas aseguradas del huracán María sean significativamente inferiores a los daños económicos, que fluctuarían entre US$30.000mn y US$60.000mn en todo el Caribe".

No obstante, AIR considera que el impacto industrial podría ser particularmente alto, y le confiere una contribución estimada de 62-67% a la pérdida total de nivel uniforme frente a la siguiente categoría más alta —comercial— con 12-13%.

"El sector industrial representa la mayor parte de la exposición. Observamos también que los riesgos industriales, lejos de concentrarse en los suburbios de San Juan, se distribuyen por toda la isla, donde casi todos los rincones sufrieron daños por fuertes vientos", precisó AIR, que utilizó imágenes aéreas en su evaluación de edificios comerciales e industriales. "Sin embargo, cabe señalar que en la línea industrial la vulnerabilidad de los activos varía significativamente, desde construcciones ligeras altamente vulnerables para pequeños fabricantes hasta instalaciones bastante firmes en la industria farmacéutica".

"Es importante recalcar que existe mucha incertidumbre sobre el daño real de estos diversos tipos de riesgos y que modelarlos sigue siendo un desafío con la información disponible", advirtió.

Aquí es donde la ventaja de RMS en el terreno puede ser clave.

"Los clientes de RMS informan que el daño estructural de importantes complejos industriales en Puerto Rico es relativamente limitado", señaló Young. "Sin embargo, se espera que la falta de electricidad, la grave interrupción de la infraestructura y la posible escasez de mano de obra amplíen las pérdidas directas en casi 50%, lo que se refleja en nuestra estimación".

A pesar de la opinión de RMS sobre un menor impacto de pérdidas aseguradas, vale la pena tener en cuenta las fuentes de incertidumbre citadas por AIR:

· La naturaleza generalizada de los daños y el proceso de reconstrucción probablemente prolongado podrían causar escasez de mano de obra y materiales. El aumento de la demanda resultante —mayores precios de mano de obra y materiales— podría ser significativo. El aumento de la demanda se incluye en las estimaciones de pérdidas de AIR y su impacto es considerable, lo que eleva las pérdidas en Puerto Rico en más de 25% en el extremo superior del rango de pérdida y en 16% en el extremo inferior.

· Las viviendas en Puerto Rico han sufrido daños en sus componentes más vulnerables, a menudo el piso superior, que suele ser de madera. Si bien los pisos inferiores son de material más sólido, por lo que presentan menos daños estructurales, se esperan otros daños debido a la filtración de agua y las inundaciones. La manera en que las pólizas de vivienda responderán a tales daños es una fuente de incertidumbre, ya que muchas de ellas no cubren inundaciones.

· Como se ha informado ampliamente, pueden pasar semanas o meses antes de que se restablezca la energía; por lo tanto, las pérdidas por lucro cesante podrían ser graves, en especial para algunos sectores como el hotelero.

· Se ha reportado una serie de interrupciones en las instalaciones farmacéuticas de Puerto Rico y, de hecho, son esperables a raíz de los impactos sobre los empleados, daños físicos a las instalaciones, interrupción de la energía, falta de refrigeración y almacenamiento adecuado. No obstante, existe incertidumbre en torno a la solidez de la planificación de la continuidad del negocio. Si las plantas estuvieran bien preparadas con exceso de inventario (o evacuación de inventario antes de la tormenta) o tuvieran la posibilidad de derivar la producción a otras plantas, ya sea en Puerto Rico o en otros lugares, las pérdidas por lucro cesante podrían mitigarse. Las pérdidas que ocurran probablemente darán lugar a complejas denuncias de siniestros y podría pasar algún tiempo antes de que se conozcan los verdaderos impactos.

· Los informes dan cuenta de graves daños al sistema de transporte y a la infraestructura general. Las zonas costeras han sufrido daños considerables en carreteras y puentes, lo que puede dificultar aún más la recuperación y la reconstrucción. Una restauración lenta y extendida podría conducir a mayores niveles de daño a las propiedades aseguradas en la medida que los cerramientos de los edificios permanezcan abiertos.

· Ante una economía ya en dificultades que se enfrenta a este golpe demoledor, podría haber presión política sobre las aseguradoras para ser diligentes a la hora de resolver los siniestros.