Snowden revela escuchas telefónicas de NSA en las Bahamas

La agencia estadounidense de seguridad (NSA) ha estado grabando en secreto el audio de la mayoría de las conversaciones telefónicas de las Bahamas, según The Intercept, el sitio web creado por el periodista Glenn Greenwald, famoso por publicar información que le entrega el excontratista de la NSA Edward Snowden.

La información asegura que los documentos que entregó Snowden revelan la existencia de un sistema secreto -denominado Somalget- que se implementó sin el conocimiento del Gobierno de Bahamas.

La NSA parece haber utilizado acceso obtenido legalmente en cooperación con la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas (DEA) de EE.UU. para infiltrarse en la red de telefonía móvil del país.

Bahamas Telecommunications Company (BTC) es controlada por la firma británica Cable & Wireless Communications (CWC) y es el único operador móvil debido a que tenía un monopolio de tres años post privatización que expiró el 6 de abril. El Gobierno de Bahamas vendió una participación de 51% en BTC a CWC en abril del 2011.

Según la información, Somalget es parte de un programa mayor de la NSA denominado Mystic que se utiliza para monitorear en forma secreta las telecomunicaciones de las Bahamas, México, Filipinas y Kenia.

Aunque Mystic revisa las redes móviles en búsqueda de metadatos o información que revele la hora, fuente y destino de los llamados, Somalget permite a la NSA almacenar el contenido actual de cada conversación en el país.

Latinoamérica, y en particular en Brasil, fue el centro de controversia el año pasado tras la revelación de que la NSA había espiado a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y otros líderes mundiales.

Fue tal el escándalo por las revelaciones que el gobierno de Rousseff se apresuró en incorporar un artículo de obligación de almacenamiento local en el recién aprobado Marco Civil de Internet, que se compara con una "ley de derechos en línea".

La medida, considerada por el gobierno como una manera de situar los datos de los brasileños bajo la ley local, fue muy criticada por analistas, legisladores y empresas como Google y Twitter y fue eliminada del borrador final, aunque el gobierno anunció que presionaría sobre el tema.