Un vistazo a los planes de expansión eléctrica de Colombia

La cartera de proyectos de generación eléctrica de Colombia ha crecido casi 40% en menos de 12 meses, periodo en que el país andino ha apuntado a reactivar sus planes de transición energética.

UPME, unidad de planificación del Ministerio de Minas y Energía, tiene 321 proyectos activos en sus registros con una capacidad de 22.750MW, por sobre los 278 proyectos que sumaban 16.591MW a mediados de febrero del año pasado, según una investigación de BNamericas.

La energía solar ha experimentado el aumento más marcado con 11.529MW repartidos en 232 proyectos en comparación con los 7.658MW en 190 desarrollos hace menos de 11 meses.

La energía eólica fue la segunda fuente de más rápido crecimiento. Las propuestas subieron de 6.671MW a 8.522MW, esto último en 32 proyectos: 20 parques terrestres y 12 marinos.

Mientras tanto, la energía hidroeléctrica aumentó de 1.251MW a 1.975MW (46 proyectos).

En contra de la tendencia están las iniciativas termoeléctricas, que cayeron de 1.010MW en febrero pasado a 672MW (seis proyectos).

El registro de UPME incluye 43MW de capacidad de biomasa propuesta a partir de cuatro proyectos y una iniciativa geotérmica de 10MW.

Casi 180 proyectos por un total de 13.426MW están sujetos a estudios de viabilidad iniciales, mientras que 135 por 9.256MW se encuentran tramitando sus permisos. Otros 69MW en siete proyectos están en la etapa final de desarrollo.

Los mayores proyectos activos en el registro son cinco eólicos marinos pertenecientes a la española BlueFloat. Astrolabio, Barlovento, Bergantin, Galeón y Goleta tendrá una capacidad de 825MW cada uno.

Le siguen el complejo hidroeléctrico de 800MW Micay, que desarrolla Gestión y Diseños Eléctricos en El Tambo, en el departamento de Cauca; el parque solar de 750MW Chivo Mono 1, propuesto por Amarak Gutami Energy; el parque eólico marino de 510MW Bitácora, en manos de BlueFloat, y el complejo eólico de 500MW Kappa Energía de la compañía homónima.

Las propuestas de generación aumentan a pesar de las preocupaciones sobre el lento ritmo de la transición hacia la energía limpia en Colombia.

Un informe publicado por la asociación de energía renovable SER Colombia el año pasado detectó el retraso de alrededor de dos tercios de los proyectos solares y eólicos que debieran estar en servicio para diciembre de 2024, mientras que un gran número de iniciativas de transmisión están pospuestas.

Observadores de la industria mencionan el malestar social y los requisitos para conceder licencias ambientales (incluida la necesidad de realizar consultas exhaustivas a comunidades individuales) como algunas de las principales razones de los retrasos.