Ven a EE.UU. como gran perdedor en guerra arancelaria por acero con México

Estados Unidos es visto como el gran perdedor tanto por la industria como por el Gobierno de México, que ha manifestado estar dispuesto a tomar represalias si se concretan las amenazas de volver a imponer aranceles al acero mexicano bajo la sección 232. 

Las tarifas se eliminaron tras un acuerdo bilateral en acero y aluminio logrado en 2019.

México ha estado bajo presiones de Washington desde diciembre del año pasado, cuando 14 senadores pidieron a la administración de Joe Biden frenar el crecimiento de las importaciones de acero mexicano, por lo que solicitaron a la Oficina del Representante de Comercio de EE.UU. tomar acciones inmediatas y monitorear las exportaciones. 

En febrero, la representante comercial de EE.UU., Katherine Tai, expresó durante una videoconferencia con la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, la “urgente necesidad” de que México actúe de inmediato contra “el aumento de las exportaciones mexicanas de acero y aluminio a EE.UU. y la falta de transparencia con respecto a las importaciones de acero y aluminio de México desde terceros países.”

“En caso en que no se consiga éxito en las negociaciones, el peor escenario es para EE.UU. porque ellos son superavitarios y nosotros deficitarios ante ellos. Ellos tienen más que perder”, señaló Buenrostro a los periodistas el jueves, tras su participación en la asamblea 2024 de la asociación Canacero celebrada en Ciudad de México. 

A fines del mes pasado, Buenrostro adelantó a la prensa que el Gobierno de México tomaría represalias si EE.UU. decidía imponer aranceles a la importación de productos de acero, y aseveró que los reclamos de las autoridades del país vecino en ese terreno han tenido motivaciones políticas y no son buenos para el comercio.

Los legisladores alegaron en la misiva enviada al consejero de Seguridad, Jake Sullivan, que las compras anuales de hierro y acero desde México en 2022 crecieron 73% con respecto al punto de referencia anterior a la sección 232, o entre 2015 y 2017. 

Durante el mismo lapso, las importaciones de acero semiacabado y productos largos habrían aumentado 120% y las importaciones de conductos de acero subieron 577%.

No obstante estas alzas, Canacero argumentó que durante 2023, el 49% de las exportaciones estadounidenses globales de acero se enviaron a México. Además, la cámara destaca que las exportaciones de acero de EE.UU. a México aumentaron en 2023, mientras que las de México a EE.UU. cayeron 30%.

“En temas de volúmenes y exportaciones, EE.UU. tiene un superávit. Nosotros somos deficitarios y ellos exportan más que nosotros de productos terminados: EE.UU. exportó 4.1 millones de toneladas [Mt] hacia México y nosotros exportamos 2,3Mt de productos terminados”, explicó el nuevo presidente de Canacero, Víctor Cairo, durante su participación en la asamblea. 

La asociación estima que el déficit comercial en acero de México con EE.UU. es de US$3.200 millones.

“El balance comercial que tenemos en la industria siderúrgica con EE.UU. es positivo para los americanos”, reiteró David Gutiérrez, presidente saliente de Canacero. 

“En volumen, ellos tienen casi el doble del volumen de lo que nosotros exportamos hacia allá. En proporción de la participación del mercado que ellos tienen, nosotros tenemos en EE.UU. un 2,5% del mercado americano y ellos tienen un 14% del mercado en México. En empleos generados, al ellos tener más exportaciones que lo que importan, México genera más empleos en EE.UU. que los que generamos nosotros por exportaciones”, agregó. 

Tanto en la industria, como en la Secretaría de Economía, han reiterado en diversas ocasiones que México no se presta a la triangulación desde China, ni ningún otro país, y que las medidas arancelarias espejo que se han tomado contra las importaciones de acero y otros productos son prueba de ello. 

“La realidad es que entrar en un esquema en donde ellos ponen un (arancel de) 25% otra vez, y México les pone un 25% a ellos, les afecta más a ellos. O sea, ellos salen más perjudicados. Yo diría que las dos industrias en un momento dado salen afectadas, pero salen más afectados que nosotros desde un punto de vista del superávit que ya tienen,” afirmó Guillermo Vogel, vicepresidente de Canacero. 

“Yo creo que hay una buena base, si sale una buena comunicación [en las negociaciones con la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos], y hay un deseo de la industria de cumplir”, finalizó Vogel.