Verticalización del mercado preocupa a asociación brasileña de comercializadoras de combustibles

La asociación de comercializadoras de combustibles y lubricantes de Brasil, Fecombustíveis, ha planteado preocupación por la entrada de las principales distribuidoras de combustibles del país al segmento de transporte, reventa y venta minorista.

Una transportadora, revendedora y comercializadora minorista (TRR) es una empresa autorizada por el organismo regulador de hidrocarburos ANP a comprar grandes volúmenes a granel de combustible, aceites lubricantes terminados y grasas envasadas y a comercializarlos en el mercado minorista. También es responsable del almacenamiento, transporte, control de calidad y asistencia técnica a los consumidores en la venta de combustibles.

En una carta enviada a la ANP, Fecombustíveis informó que grandes empresas distribuidoras de derivados han adquirido el control corporativo de las TRR. Casos recientes incluyen adquisiciones por parte de empresas como los grupos Ultra y SIM (Argenta) en el sur del país.

La semana pasada, Vibra Energia, a través de su unidad VB0224 Participações, presentó una solicitud a la autoridad antimonopolio CADE para que aprobara su adquisición de las TRR del grupo Risel (Risel Combustíveis y tres filiales; Coesa Transporte e Revenda Retalhista de Combustíveis y Jales Petróleo), con gran presencia en el sureste de Brasil.

Fecombustíveis indicó que, de aprobarse la operación, Vibra pasará a gestionar y administrar directamente los TRR, ya que posee el 100% de VB0224, lo que demostraría verticalización.

“La verticalización entre distribución y reventa es perjudicial para el mantenimiento de la libre competencia debido al desequilibrio económico entre los segmentos, lo que seguramente repercutirá en el mercado en el que operan las demás TRR, con la consecuencia de una eliminación lenta y gradual de competidores, en su mayoría empresas de pequeño tamaño”, indicó la federación.

A través de su oficina de prensa, Vibra afirmó que Risel mantendrá su total independencia, con una estructura operativa y de gestión de su cartera de clientes separada, respetando las condiciones específicas de los nichos de mercado en los que operan las TRR.

“También es importante señalar que los actuales accionistas controladores [de Risel] seguirán a cargo del negocio”, dijo la empresa a BNamericas.

Vibra agregó que será una oportunidad para mejorar y profundizar su relación con el segmento de agronegocios, donde pretende actuar de forma más decidida.

Ultra y SIM declinaron hacer comentarios sobre el asunto.

Marcus D’Elia, socio de Leggio Consultoria, explicó que las TRR compran a las distribuidoras —no compiten con ellas— y venden al por mayor a pequeños consumidores, como agricultores que necesitan combustible para su maquinaria agrícola.

Según la consultora, estas distribuidoras atienden el 16% del segmento del diésel, que es el principal derivado del petróleo comercializado por las TRR.

“Pero es un mercado fragmentado, con alrededor de 480 actores. Por lo tanto, si una distribuidora empieza a participar en el mercado de TRR, es una verticalización, pero con poco impacto en la competencia del sector”, explicó D’Elia a BNamericas.

Agregó que para la ANP, este es un eslabón distinto al de distribución. Como la agencia busca la disgregación, es decir, la separación de los eslabones de la cadena, una distribuidora no puede actuar directamente en el eslabón siguiente, como es el segmento TRR.

“Pero sí puede participar en ese mercado teniendo una empresa independiente para operar los TRR, con margen propio, entre otros requisitos”, indicó D’Elia.

La ANP confirmó a través de su oficina de prensa que no existe prohibición para que una distribuidora de combustibles tenga participación en una TRR, siempre que mantenga empresas con registros separados, conocidas como CNPJ.

El regulador indicó que la disposición de desverticalización legal favorece el monitoreo de las operaciones de las empresas con el objetivo de identificar posibles conductas unilaterales que pudieran atentar contra la equidad económica, lo que requiere la acción del CADE.

Indicó además que uno de los temas propuestos por la agencia para su nueva agenda regulatoria, actualmente sujeta a consulta pública, es la revisión del tratamiento regulatorio de la verticalización.