OPINIÓN: Relaciones entre Cuba y EE.UU. - la Mcpolítica dejará atrás el aislamiento

No fue mucho después de que surgieran noticias de que el presidente estadounidense, Barack Obama, había anunciado medidas para flexibilizar la política nacional sobre Cuba, que los periodistas de la sala de prensa de BNamericas comenzaran a preguntarse cuánto tiempo pasaría para que se instalara un McDonald's en la nación insular y para que los hermanos Castro fueran sorprendidos devorando un Big Mac con papas fritas y tomando Coca Cola dietética.

La imagen bien podría ser exagerada, pero ayuda a ilustrar el drástico cambio de la política estadounidense para con su vecino suroriental, con quien las relaciones han sido una piedra en el zapato por más de 50 años.

EE.UU. se aparta ahora de las rígidas sanciones económicas para adoptar una política más blanda que busca dar a los ciudadanos cubanos las herramientas para gestar un cambio.

Cinco décadas de embargo estadounidense a Cuba "han tenido un efecto menor", aseguró Obama en un comunicado. El aislamiento "no ha logrado conseguir el objetivo de empoderar a los cubanos para que construyan un país abierto y democrático... No podemos seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes. No sirve a los intereses de EE.UU. ni a los del pueblo cubano intentar llevar a Cuba al colapso".

Si bien un levantamiento total del embargo estadounidense necesitaría aún la aprobación del Congreso, gracias a las intervenciones de Canadá y del papa Francisco las negociaciones de alto nivel entre Washington y la Habana podrían culminar con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, políticas más flexibles en turismo y envío de remesas, y la autorización a las exportaciones de ciertos bienes estadounidenses a Cuba.

La nación insular ya comienza a admitir el ingreso al país de algunos dispositivos y comodidades de la modernidad con la habilitación de conexiones de internet (aunque limitadas) y la mayor penetración de los teléfonos móviles.

Las medidas del gobierno de Obama acelerarán cambios urgentes por largo tiempo, lo que se asemejaría a otros eventos de la Guerra Fría, como aquel en que el entonces presidente John Kennedy proclamó "Ich bin ein Berliner!" o cuando Ronald Reagan exhortó al líder soviético Mijaíl Gorbachov a "derribar este muro", en alusión al que separaba a Alemania Oriental. O incluso recordaría a Bruce Springsteen que, en un concierto en vivo en Alemania Oriental, expresó su deseo de que "se derribaran todas las barreras".

"Por demasiado tiempo nuestra relación se ha visto entrampada en la desconfianza y deteriorada por los recuerdos de la Guerra Fría", indicó la senadora Dianne Feinstein, presidenta de la comisión de inteligencia del Senado de EE.UU. "Conciliar nuestras diferencias, abrir embajadas, aumentar el intercambio comercial y establecer relaciones entre nuestros pueblos son tareas por mucho tiempo pendientes...Hoy es un día histórico".

Ya se aprecian grietas en el muro cubano y ahora es tiempo que se dé curso al cambio que promueve la sociedad, aquel propiciado por elementos culturales internacionales como internet, el libre mercado y el rock and roll.