¿A qué prestar atención en el sector argentino de hidrocarburos en 2020?

Al terminar el año, Argentina se encuentra nuevamente en un punto de inflexión potencial en la política energética.

Vaca Muerta, la prometedora formación de esquisto que según analistas tiene potencial para rivalizar con la cuenca del Pérmico de Estados Unidos (que ayudó a convertir al país en el mayor productor de petróleo del mundo en 2013), está compensando la disminución sin precedentes de la producción convencional de petróleo y gas. La formación ciertamente tiene el potencial de convertir a Argentina en un importante exportador de hidrocarburos e impulsar la economía.

Pero los vientos cambiantes de la política, así como el bajo desempeño económico, amenazan con detener el avance logrado e incluso podrían comenzar a deshacerlo.

La administración entrante de Alberto Fernández hasta ahora ha prometido apoyo para la formación y sugirió un nuevo marco regulatorio que proteja la inversión. Pero los rumores de los términos del acuerdo han provocado ya la oposición de la izquierda de su partido, que percibe los recortes de impuestos y otros beneficios como donativos para corporaciones extranjeras.

Fernández es afable con liberales peronistas como los economistas Guillermo Nielsen y Roberto Lavagna, pero también con economistas más izquierdistas como Matías Kulfas y Cecilia Todesca. En otro lado tiene a Cristina Fernández, quien probablemente se opondrá a las medidas de austeridad y quien está presionando por la liberación de varias figuras peronistas que están en la cárcel por corrupción. De hecho, ella misma está siendo procesada.

Por lo tanto, el nuevo presidente tendrá que tomar decisiones cruciales en sus primeros meses en el cargo que inevitablemente lo alejarán de algunos de sus aliados.

La forma en que Fernández maneje esta tensión, que persistirá durante su administración, determinará el destino de la economía argentina. Se espera que Fernández reestructure la deuda externa de Argentina apenas asuma el cargo para tratar de recuperar la confianza del mercado, mientras que el FMI lo presionará para reducir el gasto. La tradición económica peronista, por otro lado, promovería el gasto masivo como la única forma de salir de una crisis tan profunda.

La situación económica del país es tan delicada que todos los sectores, desde la energía hasta la infraestructura y la banca, sentirán los efectos de las decisiones tomadas en la Casa Rosada.

El próximo año será crucial para el sector de hidrocarburos argentino. A continuación, presentamos los acontecimientos más importantes que observar durante 2020 para comprender hacia dónde podría moverse el sector y por qué.

PRODUCCIÓN

El panorama general de la producción de hidrocarburos de Argentina cuenta una historia sencilla: la producción convencional ha disminuido constantemente desde la década de 2000. Por otro lado, un fuerte aumento en la producción no convencional ha tomado el relevo. Esto significa que la producción de gas alcanzó aproximadamente los mismos niveles a fines de 2018 que en 2009. Los resultados de fin de año para 2019 probablemente rivalizarán o superarán los del año pasado. En el petróleo, la recuperación ha sido un poco más lenta y la disminución un poco más rápida.

Producción mensual de gas en Argentina

Producción mensual de petróleo en Argentina

Este éxito moderado —el esquisto ha rescatado la producción y ha permitido a Argentina recuperar el terreno perdido— oculta una gran diferencia entre la situación actual y la de hace 10 años: los pozos no convencionales disminuyen mucho más rápido que los convencionales.

Según los datos de la Secretaría de Energía, un pozo de petróleo de esquisto que alcanzó un máximo de producción de 700b/d después de iniciarse la perforación producirá alrededor de 350b/d en el segundo año, 200b/d en el tercero y solo 100b/d en el quinto (ver gráfico a continuación).

Esto significa que la producción argentina actual es más frágil que hace 10 años. La inversión y los constantes fracking y perforaciones necesarios para mantener —ni siquiera aumentar— la producción es significativa. Esto sucede en un contexto donde la disminución de la producción convencional ha sido dramática y se está acelerando, porque las empresas no han estado invirtiendo lo suficiente como para explorar nuevas reservas convencionales durante años.

La producción argentina de hidrocarburos podría caer rápidamente si las inversiones se desaceleran, lo que ya comenzó. Del mismo modo, dado que los pozos de esquisto son tan sensibles, la producción podría también aumentar rápidamente si la inversión creciera considerablemente. Las cifras de producción bruta serán clave para evaluar la trayectoria de la producción del país. Se producirá una desaceleración a finales de año y continuará hasta febrero, ya que una serie de factores (bajo consumo de gas en verano junto con las consecuencias del congelamiento de los precios del petróleo y los combustibles por tres meses) han llevado a una disminución en las etapas de fracking en el sitio, indicador de la cantidad de actividad actualmente en curso que se refleja en la producción futura. Pero si la producción repunta nuevamente dependerá principalmente de las perspectivas regulatorias y de políticas y del desempeño macroeconómico.

Argentina experimentó ya una caída vertiginosa de la producción en 2007. Esta disminución reflejó una falta de inversión y exploración que comenzó casi una década antes y tuvo un efecto retardado. Esta vez, el tiempo de reacción podría ser mucho más rápido.

PROYECTO DE LEY DE VACA MUERTA

Reconociendo la oportunidad y el peligro que representa la dependencia de Argentina de la producción no convencional, Alberto Fernández ha pedido a su equipo que prepare una legislación destinada a proteger la formación de las condiciones macroeconómicas del país.

Como BNamericas informó anteriormente, los cambios propuestos incluyen exenciones fiscales sustanciales e inmunidad a los controles de capitales y divisas para los productores del país. Además, se presta especial atención a los incentivos para la construcción de una gran planta de licuefacción que podría permitir a las empresas exportar GNL al mercado internacional.

Fernández sabe que necesitará que los dólares fluyan a la economía para ayudar al país a pagar su importante deuda externa, que la depreciación del peso solo ha empeorado. Vaca Muerta, junto con el sector agrícola, ofrece su mejor oportunidad para impulsar las exportaciones rápidamente.

El proyecto para impulsar Vaca Muerta está siendo dirigido por Guillermo Nielsen, asesor liberal y exsecretario de Finanzas que tiene como objetivo ofrecer a las empresas condiciones similares a las que rigen la cuenca del Pérmico en Estados Unidos. Pero otros asesores, aunque coinciden en que se debe aumentar la producción de Vaca Muerta, no están de acuerdo con los métodos. Según varios informes de la prensa local, algunos economistas peronistas piensan que la producción debería incrementarse ayudando a la petrolera estatal YPF a financiar campañas de exploración y producción más ambiciosas.

Si bien Fernández parece, por ahora, estar escuchando a Nielsen, es difícil predecir hacia qué lado se inclinará. Sus elecciones para las carteras de Energía y Hacienda serán clave para determinar una política probable para el sector.

GASODUCTO DE VACA MUERTA

El gasoducto de Vaca Muerta es una infraestructura crucial para estimular la demanda de gas tanto a nivel local como en el extranjero.

El proyecto de dos etapas conectará la provincia sureña de Neuquén, donde se encuentra Vaca Muerta, con la ciudad portuaria de Bahía Blanca y los centros urbanos de Buenos Aires y Rosario. Tendrá una extensión cercana a 1.000km y requerirá inversiones por unos US$1.800mn en total.

El gasoducto es esencial porque, en primer lugar, permitirá la evacuación de la producción durante el invierno, ya que la capacidad existente limita la cantidad de gas que se puede transportar a los principales centros de demanda, incluida la producción de la cuenca Neuquina destinada a las exportaciones.

En segundo lugar, si se construyera una gran planta de licuefacción, se necesitaría la capacidad del ducto para transportar la producción de Vaca Muerta hacia esta, que se espera construir en Bahía Blanca.

El ducto depende de un aumento en la producción, ya que durante la temporada baja la capacidad existente es más que suficiente para los niveles de producción actuales. Un impulso del gobierno de turno para adjudicar el proyecto indicaría una expectativa de que la producción aumentará.

Después de varios retrasos por parte de la administración actual como consecuencia de la incertidumbre económica y política, se esperan ofertas para el 31 de marzo. Una vez que la nueva administración haya asumido, las fechas y condiciones podrían cambiar.

GABINETE

Los ministerios técnicos, como los de Energía y Hacienda, tienen un gran impacto en las políticas que implementa una administración.

Fernández presentará su Gabinete el viernes. Matías Kulfas, asesor cercano de Fernández y economista de la izquierda peronista, probablemente se convertirá en ministro de Hacienda. El centrista exministro de Economía Roberto Lavagna fue mencionado también como candidato, aunque se peleó con los peronistas en 2005 y se enfrentó a Fernández en la última campaña. Lavagna prometió no aceptar ningún cargo ministerial en el nuevo gobierno.

Mientras tanto, en Energía, una elección como Guillermo Nielsen sugeriría un enfoque más basado en el mercado. Pero una elección más izquierdista podría significar una alta volatilidad para el sector, y podrían volver los controles de precios y otras medidas intervencionistas.

PLANTA DE LICUEFACCIÓN

Si los productores argentinos deciden construir la planta de licuefacción de US$5.000mn para aumentar el potencial de exportación, ello ocurriría en 2020. Además de un cronograma, los anuncios también incluirían capacidad, ubicación, inversión y cómo se dividirá entre las empresas participantes.

Se espera que YPF dirija el proyecto, pero es probable que participen varios productores, ya que la inversión excede el monto que una compañía gasta en todas sus operaciones por año.