Bajo la lupa: terminales y proyectos de GNL de Brasil

La compañía brasileña Petrobras parece estar próxima a reanudar las operaciones de la terminal de regasificación de GNL en el estado de Bahía, la cual fue arrendada en 2021 a Excelerate Energy.

Este mes, el regulador de puertos y transporte por vías navegables Antaq autorizó a la petrolera nacional a iniciar las operaciones de la terminal TRBA el 31 de diciembre.

Petrobras está ahora a la espera de la autorización del regulador de petróleo y gas ANP.

A través de su oficina de prensa, ANP dijo a BNamericas que aún analiza el asunto y que Petrobras solicitó que la autorización de la transferencia de propiedad se otorgue de aquí a enero de 2024, pues el plazo de arrendamiento considerado en el acuerdo entre Petrobras y la agencia antimonopolio CADE vence el 31 de diciembre.

Firmado en 2019, el acuerdo de Petrobras y CADE tiene por fin reducir la huella de Petrobras en el mercado del gas natural para impulsar la competencia y las inversiones privadas.

Sin embargo, con el cambio de gobierno en enero y un mayor papel del Estado en la economía, Petrobras está renegociando los términos de sus contratos de gas y refinación con CADE con la posibilidad de volver a una estrategia de integración vertical.

Actualmente hay cinco terminales de regasificación de GNL en operaciones. (La capacidad se mide en millones de metros cúbicos diarios [Mm3/d])

Terminal	Estado	Operador	Capacidad de regasificación
Pecém	Ceará	Petrobras	7Mm3/d
Baía de Guanabara	Río de Janeiro	Petrobras	20Mm3/d
TRBA	Bahía	Excelerate Energy	20Mm3/d
Barra dos Coqueiros	Sergipe	Celse	21Mm3/d
GNA Açu	Río de Janeiro	UTE GNA IGás Natural Açu	21Mm3/d

Se están construyendo tres terminales que comenzarán a operar en 2024:

Terminal	Estado	Operador	Capacidad de regasificación
TRSP	São Paulo	Compass Gás e Energia	14Mm3/d
Babitonga	Santa Catarina	New Fortress Energy	15Mm3/d
Barcarena	Pará	New Fortress Energy	15Mm3/d

En 2021, la firma federal de investigación energética EPE lanzó un estudio que muestra el potencial para instalar otras cuatro terminales de GNL, con un total de 56Mm3/d en capacidad de regasificación (14M3/d cada una) y una inversión de 1.090 millones de reales (US$200 millones).

Analistas locales dicen que el GNL seguirá desempeñando un papel crítico en Brasil en el largo plazo debido ante todo a la naturaleza de las reservas de gas natural del país y al crecimiento de su capacidad eléctrica instalada.

Dada la falta de ductos que conecten los campos de hidrocarburos marinos con la costa, la mayor parte del gas nacional está asociada al petróleo y se reinyecta para impulsar la producción.

Mientras tanto, como Brasil ya no construye hidroeléctricas con grandes embalses de agua, el suministro de electricidad depende cada vez más de las energías solar y eólica, que son fuentes intermitentes, por lo que se requieren plantas que usen gas para el suministro de carga básica.

Entre las futuras terminales de regasificación de GNL se estudia una de Blueshift en Río de Janeiro, mientras que los puertos de Itaqui y Suape, en los estados de Maranhão y Pernambuco, arrendarán áreas para terminales de GNL.

Este último cerró un acuerdo en diciembre del año pasado con Aruanã Energia, del grupo Oncorp, que prevé invertir 2.000 millones de reales en el proyecto. Shell será el proveedor de GNL.

En Ceará, Portocem Geração de Energia construirá una terminal de regasificación de GNL para abastecer a una termoeléctrica de 1.572MW.

Empresas como Alpha LNG (Origem Energia), Moovgas Natural (Global Moov), White Martins, Eneva, GNLink (Lorinvest) y Macaw Energies (Golar) ejecutan varios proyectos de GNL a pequeña escala.