Bajo la lupa: La realidad después del robo de combustible

Mientras el Gobierno mexicano intensifica su campaña para detener el robo de combustible mediante la adquisición de 500 camiones cisterna, pareciera que su promesa de terminar rápidamente con la escasez de combustible podría hacerse realidad.

El desabastecimiento general parece ir cediendo, al menos en Ciudad de México. Si es el caso, se verá como una gran victoria para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que ha recibido amplio apoyo público en sus esfuerzos por detener este delito altamente lucrativo.

A continuación, repasamos algunas de las consecuencias que podrían dejar estas tres intensas semanas de campaña antirrobo.

Aunque el hurto de combustible podría desaparecer de las noticias cuando se resuelva la escasez de combustible, todavía tendrá impacto en las finanzas públicas. Los suministros de gasolina deberán mantenerse mediante camiones cisterna si el gobierno no puede garantizar totalmente la seguridad de los ductos.

AMLO ha señalado que los 500 nuevos camiones cisterna estarán bajo control de la Secretaría de Defensa como respaldo para emergencias a fin de evitar el desabastecimiento de combustible. Esto parece indicar que muchos de los costos de la campaña antirrobo de combustible no saldrán del presupuesto de la filial Pemex Logística de Pemex, sino más bien de la asignación de esta cartera.

Cabe señalar que las interrupciones en las redes de ductos conllevan costos y riesgos significativos que se deben asumir. Al dificultar la intervención de los ductos, el gobierno también hace imposible lucrar con esta actividad. Es difícil ver qué incentivo habría para realizar tomas clandestinas en tales circunstancias, aparte del sabotaje directo para dañar al gobierno.

Por otra parte, si los ductos vuelven a habilitarse totalmente, los camiones cisterna serán un as bajo la manga del gobierno, pues funcionarán como póliza de seguro en caso de que el crimen organizado intente tomarlo de rehén atacando el sistema de transporte de hidrocarburos.

El monto estimado de US$3.000mn que se ahorraría al frustrar el robo sería nominalmente el ingreso de la filial downstream Pemex Transformación y alcanzaría para cubrir el presupuesto 2019 del nuevo proyecto mexicano de refinación Dos Bocas en el estado de Tabasco.

Pemex no reportó sus pérdidas por robo de combustible en los informes anuales dirigidos a la SEC. Dado que el gobierno estimó las pérdidas de 2018 en casi US$3.000mn, la adición de esta partida a los resultados finales de Pemex tendría un impacto importante en las finanzas de la compañía y en su evaluación entre las agencias calificadoras.

En general, las dudas sobre la eficacia de la campaña contra el robo de combustible y el equipo energético de AMLO eran compartidas por amplios sectores de los mercados financieros y la prensa. Si la campaña logra algún éxito este mes, el nuevo gobierno ciertamente habrá ganado algo de crédito por reducir un problema grave que se prolonga por casi dos décadas y genera enormes pérdidas a Pemex y gran preocupación entre los inversionistas.

Un logro tan espectacular recién iniciada la administración de AMLO sin duda ayudaría a aliviar el escepticismo respecto de sus competencias, lo que posiblemente tendría efectos secundarios positivos para la situación de deuda de Pemex y CFE.

Los inversionistas en proyectos como ductos e infraestructura en áreas remotas también se verán alentados al constatar que el gobierno puede ejercer control sobre el país y hacer cumplir la ley, lo que también podría impulsar proyectos de energía renovable en áreas remotas, que a menudo presentan problemas por sus relaciones con la comunidad.

Aunque el gobierno aún no ha formulado acusaciones formales contra ningún grupo ni individuo en particular, ha quedado medianamente claro que el sindicato de Pemex liderado por Carlos Romero Deschamps tiene estrechas vinculaciones con el robo de combustible.

Romper con esta industria ilegal podría tener el efecto colateral de poner de rodillas a un gremio célebremente corrupto, pues el gobierno tendría los argumentos para responsabilizar a funcionarios sindicales de participar en el robo. También los privaría del poder y el dinero generados con esta práctica.

Esto es importante para cualquier empresa conjunta que Pemex pudiera emprender, en particular en el sector downstream, donde sus eventuales socios podrían ser reacios a tratar con personal sindical o plantear cualquier proyecto que requiera su cooperación. En general, esta limpieza corporativa será de gran interés para todas las empresas que trabajen o deseen trabajar con Pemex.

Además de esto, la iniciativa para instalar capacidad adicional de almacenamiento y distribución de combustible recibirá un espaldarazo, ya que las consecuencias de las restricciones que pretende subsanar se han vuelto tan claramente evidentes con la escasez observada en todo el país, especialmente en la capital.