Brasil podría estar más a salvo de las consecuencias arancelarias de EE.UU. que otros países de América Latina

Esta es una traducción automática del artículo originalmente escrito en inglés.

A la luz de las amenazas arancelarias hechas por Estados Unidos durante el fin de semana, los gobiernos latinoamericanos necesitan agudizar sus habilidades de poder blando para lidiar eficazmente con la administración de Donald Trump.

Trump ha afirmado que quería imponer aranceles a los países que tienen un superávit comercial con Estados Unidos, pero al menos en América Latina está más centrado en presionar a los gobiernos para que acepten medidas migratorias más estrictas.

El domingo, Estados Unidos amenazó con aplicar un arancel del 25% a los productos colombianos porque el presidente Gustavo Petro se negó a aceptar vuelos de deportación que violaban los derechos humanos. La Casa Blanca suspendió los aranceles después de aceptar los términos establecidos por Petro, quien también amenazó con imponer aranceles compensatorios.

En Brasil, los medios de comunicación informaron que los vuelos de deportación que llegaron al país mostraron que los deportados habían sido maltratados por las autoridades estadounidenses. El gobierno no ha hecho comentarios públicos.

"Brasil es reconocido internacionalmente como un país con alta capacidad diplomática, evitando conflictos abiertos con cualquier nación, independientemente de que el presidente en funciones siga una línea política ideológicamente opuesta a otros países, como es el caso ahora, con el presidente brasileño siendo de izquierda y el presidente de Estados Unidos de derecha", dijo a BNamericas André Pereira César, analista político de Hold Consultoria.

En 2024, las exportaciones brasileñas a EE. UU. alcanzaron US$ 40,3 mil millones y las importaciones US$ 40,6 mil millones, lo que resultó en un déficit comercial de US$ 253 millones, según el Ministerio de Desarrollo e Industria de Brasil.

Del total de las exportaciones, el 14% fue petróleo crudo, el 8,8% productos semiacabados de hierro o acero, el 6,7% aeronaves y equipos de aviación, el 4,7% café sin tostar, el 4,4% arrabio, el 4,3% aceites combustibles y el 4,2% pulpa de madera.

En una señal de que el gobierno considera crucial el comercio con EE.UU., el banco de desarrollo BNDES aprobó el lunes 2.100 millones de reales (US$ 356 millones) en financiamiento para que el fabricante de aviones local Embraer venda 16 aviones E-175 a la aerolínea estadounidense Republic Airways.

Por el contrario, el 15% de las importaciones procedentes de EE.UU. correspondieron a motores y máquinas no eléctricas, el 9,7% a derivados del petróleo y el 4,9% a aeronaves y equipos.

Estados Unidos es el segundo socio comercial más importante de Brasil, detrás de China. El año pasado, Brasil exportó 94.400 millones de dólares a China e importó 63.600 millones de dólares. Un tercio de las exportaciones brasileñas a China están compuestas por soja, un 21% por mineral de hierro y un 21% por petróleo crudo.

“Aunque China está pasando por un período de actividad económica delicada, la relación de Brasil, como miembro del bloque BRICS, integrado por Brasil, China, Rusia y Sudáfrica, puede ayudar al país a mitigar algunos riesgos. Los conflictos comerciales con Estados Unidos son malos, pero Brasil tiene un colchón que suaviza esos riesgos al ser parte de los BRICS, un factor que, por ejemplo, Colombia y México no tienen, dejando a estos países mucho más expuestos a los riesgos asociados a las políticas arancelarias de Estados Unidos”, añadió César.