Brasil recortará casi US$5.000mn del presupuesto federal de 2025

La administración del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, planea recortar 25.900 millones de reales (US$4.800 millones) en gasto público del presupuesto para 2025 a fin de reforzar la confianza de los inversionistas.

El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, hizo el anuncio durante una conferencia en la que subrayó que la mayoría de los recortes se producirán a través de una revisión del gasto público en pensiones. La autoridad añadió que Lula sigue comprometido con un marco fiscal centrado en el control del gasto y la reducción de la deuda.

Los activos locales, las acciones y la moneda se han depreciado en las últimas semanas ante la preocupación de que el aumento del gasto federal pudiera desatar la inflación, lo que podría obligar al Banco Central a elevar la tasa de referencia.

Luego del anuncio del recorte presupuestario, el real brasileño se apreció frente al dólar y el principal índice de la bolsa local repuntó durante la sesión matutina del jueves.

"Creo que las medidas anunciadas recientemente contribuirán a tranquilizar a los inversionistas. La cuestión clave con el marco fiscal es que, si se cumplen los objetivos, el índice de deuda probablemente se estabilizaría, pero no hemos percibido el endurecimiento fiscal necesario para acercar el saldo primario al objetivo", dijo a BNamericas el economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics en Londres, William Jackson.

"El hecho de que se hayan anunciado recortes de gastos y que Lula haya respaldado el cumplimiento del marco fiscal sugiere un cambio de opinión en los niveles más altos del gobierno", añadió.

"El anuncio del gobierno de recortar gastos es una medida correcta, pero no podemos considerarla una solución a largo plazo. Varios gastos estatales, en pensiones, sanidad y educación, están vinculados a la variación de la inflación y, si no tenemos una forma de acabar con esos vínculos, tendremos que hacer recortes ocasionales del presupuesto en el futuro una y otra vez", advirtió a BNamericas Roberto Troster, execonomista en jefe de la federación bancaria Febraban.

Lula, que asumió en enero de 2023, defiende el gasto público, y los inversionistas ven ocasionalmente que los gastos se clasifican como inversiones públicas.

Otras preocupaciones se refieren al posible incremento de la influencia política en el Banco Central cuando finalice el mandato del actual presidente de la autoridad monetaria, Roberto Campos Neto, a fines de este año.

"El principal punto de incertidumbre es quién será el próximo presidente del banco y qué tan protegido estará de las presiones políticas", afirmó Troster.