Brasil se prepara para las repercusiones de las políticas económicas de Trump

Se espera que la administración del presidente estadounidense Donald Trump traiga cambios significativos que tendrán un efecto dominó en la economía de Brasil, influyendo en el comercio, la infraestructura y en industrias clave como la minería, la energía y el petróleo y el gas.

Como es la mayor economía del mundo, las políticas estadounidenses a menudo marcan el tono de los mercados globales, y Brasil, un importante socio comercial y destino de inversiones, ahora se está preparando para los posibles impactos.

Líderes empresariales y analistas han compartido sus perspectivas con BNamericas, arrojando luz sobre cómo las políticas de Trump pueden dar forma a la economía de Brasil en los próximos meses y años.

Comercio

Uno de los principales focos de atención de la administración Trump es el comercio, ya que pretende estimular las industrias nacionales imponiendo aranceles y barreras a los productos importados.

Los países que Trump pondrá en la mira serán aquellos con los que Estados Unidos tiene importantes déficits comerciales, como China. Sin embargo, Brasil tiene una relación comercial relativamente equilibrada con Estados Unidos.

Estados Unidos es el segundo socio comercial más importante de Brasil, detrás de China. En 2024, Brasil exportó bienes por valor de US$40.300 millones a Estados Unidos e importó US$40.600 millones, lo que resultó en un déficit comercial de solo US$247 millones, según datos del gobierno brasileño.

Los principales productos que Brasil exportó a Estados Unidos el año pasado fueron petróleo crudo, aviones y café.

"Lo que la política de Trump ya ha dejado muy claro es un aumento de los aranceles a los productos importados, por lo que los sectores exportadores de Brasil probablemente se verán afectados por esto. Sin embargo, la magnitud del impacto dependerá del nivel de los aranceles", dijo a BNamericas Roberto Guimarães, ex secretario del Tesoro y actual director de planificación y economía de la asociación de infraestructura ABDIB.

"Hay otro factor crucial que no podemos ignorar. El presidente Trump considera que un dólar fuerte es esencial para mantener el poder de Estados Unidos. En un escenario en el que cada dólar vale 6 reales brasileños, como el que vemos actualmente, esto es altamente ventajoso para los exportadores brasileños, incluso si Estados Unidos impone aranceles a ciertos productos", agregó Guimarães.

Infraestructura

Además de ser un socio comercial clave, Estados Unidos juega un papel importante en la inversión en Brasil a través de empresas, fondos de inversión y proyectos.

Además, las decisiones del gobierno estadounidense tienen un impacto directo en los precios de los activos a corto plazo en todo el mundo, incluidas las monedas y las acciones de las empresas.

En el sector de infraestructura de Brasil, donde el gobierno tiene una extensa agenda de concesiones y asociaciones público-privadas para atraer inversores, los efectos de las políticas de Trump son más limitados, ya que esos contratos son de largo plazo (a menudo de 30 años) y están influenciados principalmente por factores internos, como el tráfico vial, el flujo de pasajeros en los aeropuertos o los servicios de agua.

"En infraestructura, los factores internos tienen mucho más peso que los internacionales. Por eso es fundamental que el gobierno brasileño mantenga políticas fiscales responsables para evitar un aumento de las tasas de interés de largo plazo, lo que afectaría directamente el apetito de los inversionistas por activos y proyectos en el sector", dijo a BNamericas Frederico Araujo Turolla, economista y especialista en infraestructura de la consultora Pezco.

Minería y metales

El sector de minería y metales enfrenta impactos mixtos bajo la administración Trump.

Por un lado, es probable que los exportadores de acero se vean directamente afectados por los aranceles estadounidenses. Por otro lado, las empresas mineras podrían beneficiarse de una mayor demanda estadounidense de minerales para apoyar el crecimiento económico en industrias específicas.

"El concepto general es que [Trump] quiere promover la actividad económica en Estados Unidos, incluida una mayor actividad minera, y reducir las importaciones baratas en el país. Quiere crear puestos de trabajo, pero también ha dicho que da la bienvenida a las empresas extranjeras que vienen a Estados Unidos para establecer instalaciones de producción y operaciones, siempre y cuando creen puestos de trabajo", dijo John Prineas, accionista fundador y presidente ejecutivo de St. George Mining, propietaria del proyecto de niobio y tierras raras Araxá en el estado de Minas Gerais.

"No me preocupa demasiado la administración Trump. Creo que sería muy positiva para la minería en Estados Unidos, para la minería que abastece a Estados Unidos, y él está centrado en generar crecimiento económico. Por lo tanto, creo que sería muy positivo para el mundo y muy positivo para Brasil y Australia", añadió.

Sin embargo, otros ejecutivos mineros advierten sobre la volatilidad a corto plazo en ciertos segmentos.

"El cobre puede experimentar diversos impactos en el corto y mediano plazo. Por ejemplo, la decisión de Trump de terminar con los incentivos para la producción de vehículos eléctricos en Estados Unidos es negativa para la demanda de cobre. Por el contrario, sus planes de invertir en inteligencia artificial y centros de datos podrían aumentar la demanda de electricidad, impulsando el consumo de cobre", dijo a BNamericas el presidente ejecutivo de un productor internacional de cobre con operaciones en Brasil, bajo condición de anonimato.

Petróleo y gas

En el sector de petróleo y gas, Trump anunció planes para impulsar las inversiones en exploración y producción, lo que marca un alejamiento de la tendencia global hacia la transición energética.

Este enfoque en la producción de petróleo podría reducir la presión global sobre el sector y brindar a Brasil una oportunidad de avanzar en las perforaciones en el Margen Ecuatorial, geológicamente prometedor pero ecológicamente sensible.

Ubicada en el norte de Brasil, esta región representa una frontera crucial para la exploración de petróleo y gas. Sin embargo, las preocupaciones ambientales han obstaculizado el progreso. Si bien la zona se encuentra a 200 km de la costa, es parte de una región prístina conectada con la Amazonia.

La petrolera estatal brasileña, Petrobras, ha enfatizado que explorar el Margen Ecuatorial es crucial para descubrir nuevas reservas, dado que se espera que la producción petrolera de Brasil alcance su pico máximo a principios de la próxima década.

A pesar de la oposición de algunos sectores gubernamentales, como el Ministerio de Medio Ambiente, el apoyo a la exploración en la zona está creciendo.

El martes, Waldez Góes, ministro de Integración y Desarrollo Regional, se reunió con representantes de Petrobras para analizar una alianza destinada a fomentar el desarrollo regional. La reunión se centró en abordar los desafíos actuales y explorar cómo Petrobras puede colaborar en la exploración de petróleo y gas, así como en iniciativas de desarrollo regional más amplias.

"Organizamos este encuentro para avanzar en diversas agendas, incluyendo temas ambientales, sociales y económicos, así como la capacitación de la fuerza laboral para apoyar la futura cadena productiva", dijo Góes en un comunicado.

Energía

En el sector energético, Brasil busca diferenciarse de las políticas estadounidenses atrayendo inversores internacionales a sus proyectos de energía renovable.

El ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, presentará las iniciativas de energía renovable del gobierno a inversores globales en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.

"Brasil es un polo de oportunidades para quienes están interesados en descarbonizar las matrices energéticas. Con una matriz eléctrica 90% limpia, contribuimos significativamente a la sostenibilidad global a través de nuestros bosques y biocombustibles", dijo Silveira a los periodistas.

Instituciones multilaterales

El regreso de Trump a la Casa Blanca ha suscitado preocupaciones sobre el futuro de las instituciones multilaterales, incluidas las agencias de financiación.

"En primer lugar, es innegable que el multilateralismo sufrirá un impacto severo al inicio de la administración Trump, y eso se traducirá en menos recursos para los bancos multilaterales, principalmente aquellos donde Estados Unidos es miembro o tiene influencia", dijo recientemente a BNamericas Roberto Troster, ex economista jefe de la federación bancaria Febraban.

“Sin embargo, la magnitud de este impacto es aún muy difícil de medir. Cuando el Reino Unido abandonó la Unión Europea a través del proceso del Brexit, se esperaba el colapso de la Unión Europea a mediano plazo, pero eso no se materializó. En otras palabras, el movimiento antimultilateralismo generado por la administración Trump también dependerá en gran medida de la respuesta de otros países en seguir o no esa agenda”, explicó Troster, ahora economista de Troster & Associados.

Los mecanismos multilaterales de financiamiento de Brasil, reactivados por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva para apoyar los fondos de desarrollo regional, podrían verse afectados por este cambio.