Chile pretende ampliar capacidad de fundición y refinería de cobre

El porcentaje de la producción chilena de cobre en concentrado pasaría de cerca de 50% a 70% en 2030, mientras que la de cátodos caería a 11% del total, con solo 19% en metal refinado y fundido, cifra similar a la actual, según cálculos de la agencia estatal Cochilco.

Esto significa que la habilidad de Chile para añadir valor a su producción y oferta en medio de la creciente demanda mundial del metal disminuirá, lo que limitará el control del país sobre la huella de carbono generada por el producto una vez exportado, factor relevante dado que el mercado está demandando cobre más ecológico con mayor frecuencia.

Por ello, el Ministerio de Minería envió al Congreso una estrategia para incentivar la inversión, innovación y avance tecnológico para impulsar la capacidad nacional de fundición y refinería, tanto en unidades nuevas como en las actuales que operan en el país. 

El documento —elaborado por Cochilco y representantes de los ministerios de Minería, Economía, y Medio Ambiente— busca que las nuevas plantas de fundición y refino sean limpias, sostenibles en el aspecto ambiental y rentables económicamente. La iniciativa está disponible en este enlace y en la sección Documentos en la esquina superior derecha de su pantalla. 

La estrategia responde a un mandato recibido por la cartera de Minería mediante la ley 21.546 que viabilizó el cierre de la fundición Ventanas, cuando se consideró vital crear propuestas para aumentar la capacidad estatal de fundición y refinería.

Las regiones de Antofagasta y Tarapacá serían las principales áreas para la implementación de dichos recursos adicionales, considerando que gran parte de la producción de cobre del país se encuentra en la zona norte.  

En 2020, más del 50% del concentrado de cobre chileno se procesó en fundiciones extranjeras, lo que provoca un nivel de dependencia que “deja poco espacio a la acción”, indica el documento estratégico.

"La dependencia excesiva de la exportación de concentrados minerales puede exponer a la industria minera a la volatilidad de los precios internacionales", señaló a BNamericas Javier Jara, exsubdirector del servicio de geología y minería Sernageomin.

“Por otra parte, impulsar la capacidad de fundición en Chile puede diversificar la economía al permitir la producción y exportación de productos con mayor valor agregado”, añadió el también socio gerente de Estribor Consulting

Para 2023 se proyecta que la demanda mundial de cobre refinado será de 25,7 millones de toneladas (Mt), un alza interanual de 2,2%, siendo 14,4Mt demandado por China y 11,34Mt por el resto del mundo. Mientras tanto, se espera que la oferta global se sitúe justo por debajo de los 25,7Mt, según datos de Cochilco. Chile sigue siendo el primer productor mundial del metal rojo, con un volumen anual de unos 5,6Mt.

Los estrechos márgenes en la oferta del metal rojo significan, por tanto, que existe la oportunidad de invertir en una mayor capacidad de fundición y refinería en Chile.

El documento enviado al órgano legislativo plantea, además, que el desarrollo de nuevos proyectos se articulará mediante el Ministerio de Economía y la agencia de promoción InvestChile, y podría considerar la participación del Estado, “ya sea mediante su participación en uno o más proyectos en un futuro cercano o generando las condiciones habilitantes para que las empresas privadas, nacionales o extranjeras, se interesen en llevar a cabo este tipo de proyectos en el país bajo un esquema de colaboración público-privada”.

    Elaborado por BNamericas, con base en la estrategia.