Presidente paraguayo evita juicio político por contrato "secreto" sobre Itaipú

El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, sobrevivió a un intento por destituirlo menos de un año después de haber asumido el cargo.

La controversia involucra el acuerdo con Brasil por la gigantesca central hidroeléctrica Itaipú, la mayor generadora de energía de Latinoamérica.

En mayo, la administración de Abdo firmó lo que medios locales calificaron de "acuerdo secreto" con Brasil por la venta del volumen extra de energía producida por Itaipú a la eléctrica estatal brasileña, Eletrobras.

El acuerdo, dado a conocer recientemente por la prensa, costará a Paraguay alrededor de US$300mn adicionales en los próximos tres años, según legisladores del país.

Sin embargo,la fuerte presión política obligó a los gobiernos de los dos países a suspender el polémico convenio.

Abdo comenzó su mandato en agosto de 2018, prometiendo aplicar políticas favorables a los negocios para sostener la rápida expansión económica de los últimos años.

Como prioridad clave, el mandatario definió vínculos más estrechos con empresas brasileñas y atrajo más inversión. En los últimos años, muchas compañías internacionales llegaron a Paraguay para aprovechar los bajos costos de la mano de obra y de la energía, así como los bajos impuestos.

LOS HECHOS

Los detalles del acuerdo provocaron críticas.

El 25 de junio, tras conocerse los informes de los medios, el entonces presidente de la eléctrica estatal paraguaya, ANDE, Pedro Ferreira, renunció y fue reemplazado por Alcides Jiménez.

La crisis política resultante obligó al canciller paraguayo, Luis Alberto Castiglioni, a renunciar esta semana, junto con el embajador en Brasil, Hugo Saguier, y con el propio Jiménez.

Efraín Alegre, presidente del Partido Liberal de oposición, solicitó iniciar un proceso de juicio político contra el presidente. "Es un hecho, vamos a impulsar el juicio político (...). La alta traición a la patria no amerita menos. Esperamos el acompañamiento de todos ustedes para hacer justicia", tuiteó.

"¡Acepto la pelea! ¡Por un Paraguay sin mafias!", replicó Abdo por el mismo medio.

No obstante, luego de la suspensión del acuerdo, la oposición se abstuvo de seguir adelante con el proceso de juicio político.

Los llamados a impeachment en Paraguay no son inusuales. De hecho, en 2012 el entonces presidente, Fernando Lugo, fue destituido por acusaciones de actuación deficiente. Había perdido además el apoyo del Congreso.

El presidente de la Cámara Baja, Pedro Alliana, había minimizado ya las expectativas de posible juicio político contra Abdo. Según dijo, las acusaciones de tráfico de influencias eran prematuras.

Según el diputado, aún no se habla del tema y solo se sabe lo que se publicó en los medios locales, aunque están preocupados por la situación. Añadió que se debe hacer una evaluación cuidadosa de los principios y argumentos, para recién entonces tomar una decisión y recalcó que el Congreso invitará al vicepresidente a explicar lo sucedido.

EL ACUERDO ORIGINAL

Brasil y Paraguay tienen participaciones igualitarias en Itaipú Binacional, el operador de la central de 14GW.

Cuando se firmó el acuerdo por la central eléctrica en la década de 1970, Paraguay no contaba con los recursos financieros necesarios para construirla, por lo que tramitó un préstamo de Brasil para satisfacer la demanda de capital inicial más otras inversiones necesarias a futuro. Itaipú comenzó a operar en 1984 con un costo de construcción de US$20.000mn.

Los dos países tienen el mismo derecho a la producción de Itaipú, pero como Paraguay consume solo el 15% de su cuota, está obligado a vender el resto a Brasil, con el 70% del precio cubriendo el financiamiento de la construcción.

Los paraguayos siempre han cuestionado algunos puntos del acuerdo, afirmando que Brasil no paga lo suficiente por la electricidad, por lo que se muestran a favor del derecho a vender la cuota del país a otras naciones que paguen el precio de mercado.

Brasil convino pagar a Paraguay un precio más justo por la energía en 2009, y permitió además a este último vender electricidad directamente a empresas brasileñas en lugar de hacerlo a través de Eletrobras. El llamado "acuerdo secreto" revierte dicha autorización, según los informes.

En la foto: sesión de la Cámara Baja de Paraguay.