Cómo la nube ayuda a las empresas a reducir su impacto ambiental

La IA pone mayor presión a las necesidades de almacenamiento y procesamiento de las organizaciones, que demandan más consumo de energía. 

Pero la migración de estas cargas de trabajo a la nube podría hasta cuadruplicar las eficiencias con respecto al modelo tradicional en la instalación propia, de acuerdo con un reciente estudio de AWS.

La compañía tecnológica Whitestack estima que solo con mover las cargas de trabajo a la nube ―aunque se mantenga dentro de un entorno privado― se puede reducir en un 50% el consumo energético gracias a la compartición de servidores.

El informe de AWS, realizado por la consultora Accenture, también indica que cuando las cargas de trabajo se optimizan en AWS, la huella de carbono asociada puede reducirse en un 99%.

“La eficiencia está entre lo más importante para la gran mayoría de nuestros clientes”, dijo a BNamericas Chris Walker, director general de sustentabilidad de AWS. “El 50% de mi tiempo es trabajar directamente con los clientes en mostrarles qué estamos haciendo de nuestro lado para ser más eficientes y reducir la huella de carbono”, añadió.

Frente al crecimiento de la demanda, AWS está comprometida en la reducción de su huella de carbono a través del uso de energía renovable. “Somos la corporación que más compra energía renovable año a año”, señaló Walker.

El año pasado, AWS igualó el 100% de la energía consumida en todas sus operaciones a escala mundial con energías renovables, una meta que la compañía se había propuesto recién para 2030.

Walker indicó que desde la tierra que se compra para un desarrollo operativo, la ingeniería de los edificios y los chips, todo está pensado desde ser lo más eficientes posibles. El chip de alto rendimiento Graviton logró una mejora del 30% en la performance de cómputo y un 70% más de memoria de los procesadores actuales.

La compañía tiene tres zonas de disponibilidad en Brasil y proyectos para desarrollar nuevos centros de datos en Santiago, Chile. Además, ha desplegado zonas de nube en varios países de la región.

En Brasil, el 90% de la producción eléctrica proviene de un mix entre carbono neutro y bajo en carbono. Esto limita la oportunidad de seguir reduciendo a través de la adquisición energética. Aun así, la migración de cargas de trabajo a AWS puede reducir las emisiones asociadas en torno al 65%, de acuerdo con el informe.

Las organizaciones pueden alcanzar una reducción adicional de 45% con una arquitectura moderna de AWS. De esta manera, correr aplicaciones de almacenamiento en AWS podría reducir las emisiones de carbono en 81% si se compara con las infraestructuras locales.

NUBE PRIVADA 

Whitestack asegura que con solo incorporar herramientas de nube en datacenters privados y utilizar hardware de última generación permite a las empresas optimizar de forma importante el consumo energético al compartir servidores para distintas aplicaciones.

José Miguel Guzmán, cofundador de Whitestack, explicó a BNamericas que su solución ofrece 10 veces más capacidad de cómputo que las tradicionales. “Esto significa un ahorro tremendo en energía y en huella de carbono”, afirmó.

La compañía ha desplegado nubes privadas para empresas en Latinoamérica, especialmente en el sector de telecomunicaciones.

“Lo que les sucede a las telecos es que ellas ya tienen sus centros de datos con una cierta capacidad máxima de energía, no tienen más. Y entonces, sistemas más eficientes, además de bajar la cuenta, permiten añadir más aplicaciones [en el mismo espacio y con la misma energía]”, agregó Guzmán.

“Si uno compara con la tecnología en 2010, actualmente utilizamos un cuarto de energía”, expresó el ejecutivo. Además de la reducción en el consumo energético, las nuevas tecnologías permiten hacer más eficiente el uso del espacio.