Cómo la tecnología celular puede cambiar los puertos latinoamericanos

Ericsson apunta a expandir su cartera de puertos conectados en América Latina ante el creciente interés en tecnologías de automatización y control remoto vía redes celulares.

Hasta ahora la compañía ha identificado oportunidades que van más allá de solo puertos marítimos, por ejemplo, canales que buscan funcionar bajo el 5G, dijo a BNamericas Fernán Izquierdo (en la foto), director del centro de excelencia de la empresa sueca en Latinoamérica.

Otras oportunidades incluyen puertos que están invirtiendo en tecnología e infraestructura modernas. Algunos ejemplos son Santos en Brasil, Cartagena en Colombia y Lázaro Cárdenas, Veracruz y Manzanillo en México, añadió Izquierdo.

“Hay puertos de gran tamaño, de gran tráfico, en todo el continente de Latinoamérica, que vemos como potenciales clientes de este tipo de soluciones”, indicó el ejecutivo.

Un puerto conectado, según Izquierdo, es aquel que agrega una capa de inteligencia con tecnología para optimizar recursos, reducir costos y mejorar su eficiencia.

Estas tecnologías pueden incluir soluciones automatizadas y de control remoto para vehículos, drones y grúas, así como también otros dispositivos de monitoreo.

Ericsson ya tiene un puerto conectado en Latinoamérica en Ciudad de Panamá. Se convirtió en la primera terminal marítima de la región en lanzar una red LTE privada en 2017, según un informe que el fabricante compartió con BNamericas.

Antes de cambiarse a redes celulares, el puerto experimentaba numerosos problemas de conectividad debido a su dependencia de wifi, que obligaba a los usuarios a recurrir a sus terminales móviles. Desde que se pusieron en funcionamiento las redes, no se han reportado incidentes de problemas de conectividad, según el informe.

Las interrupciones de wifi se generan principalmente cuando pasan barcos (con sus propias redes wifi), lo que genera interferencia y saca la red de servicio. Cada hora de inactividad representa un costo de US$100.000, según Ericsson.

POTENCIAL

Entre otros beneficios de instalar redes celulares para conectar puertos está la posibilidad de aumentar los ingresos eliminando períodos inactivos, mejorando la productividad, reduciendo los costos laborales y los procesos de verificación, señala Ericsson en un estudio.

Cuando las frecuencias estén disponibles, los puertos con redes celulares también podrán utilizar la tecnología 5G, que promete una tasa de latencia extremadamente baja de aproximadamente 1ms.

“El 5G nos permite gestionar un número de contenedores muy alto, nos permite gestionar robots o maquinaria de forma remota. Si tienes una latencia muy grande y le das una orden al robot, este no puede esperar dos segundos para ejecutarla, tiene que ser de inmediato”, señaló Izquierdo.

“Con el 5G conseguimos hacer cosas que antes no podíamos hacer. Estamos llegando incluso a emular la fibra óptica, que es el canal de comunicación con mayor velocidad y menor latencia que conocíamos hasta ahora”.

ERA DE LA DIGITALIZACIÓN

Si bien se han anunciado varios planes de inversión para construir puertos modernos de vanguardia en América Latina, por ejemplo, el nuevo puerto de Mazatlán, proyecto de US$800 millones a US$900 millones que Caxxor Group tiene previsto para el estado mexicano de Sinaloa, la pandemia de coronavirus aceleró la transformación digital en varias industrias, según Izquierdo.

“La pandemia ha sido una prueba de estrés a nivel transversal en toda la cadena de suministro global. Muchas empresas se han visto obligadas a implantar soluciones de conectividad que antes no tenían previstas”, indicó Izquierdo, que conversó con BNamericas en enero sobre cómo las soluciones de telecomunicaciones pueden beneficiar al sector minero.

Consultado sobre si todos los puertos adoptarán redes celulares, aseguró que es más que probable, ya que la digitalización se convertirá en un factor competitivo clave.

Los puertos que más avancen en tecnología y transformación digital serán más competitivos que el resto y, por lo tanto, los que no inviertan poco a poco se irán quedando atrás, advirtió.