Congreso de Brasil comenzará a votar reglamento de reforma fiscal esta semana

El Congreso de Brasil pretende comenzar a votar el próximo 10 de julio el reglamento de la reforma fiscal aprobada a fines de 2023, en medio de temores y críticas de varios sectores ante la amenaza de alzas de impuestos.

Los lineamientos generales para la reforma, cuyo principal objetivo era simplificar el complicado sistema tributario de Brasil, obtuvieron el visto bueno del Congreso a fines del año pasado.

Este año, un grupo de trabajo especial de la Cámara Baja ha debatido y aprobado las normas específicas para aplicar las modificaciones fiscales en cada sector de la economía. Los legisladores votarán ahora todos los puntos establecidos por el grupo de trabajo en sesión plenaria, así como en el Senado.

Una vez aprobado, se espera que el nuevo sistema se implemente en forma gradual a partir de 2026 y que los cambios concluyan para 2033.

Conforme avanza el proceso en el Congreso, múltiples grupos de presión intensifican sus críticas a la reforma en un esfuerzo por lograr algunos cambios de último momento que puedan reducir el riesgo de alzas de impuestos en sus sectores.

Uno de los principales aspectos de la reforma implica la sustitución de impuestos como PIS, Cofins, IPI, ICMS e ISS por los gravámenes federales y estatales IBS y CBS, que equivalen al IVA en otros países.

Según el gobierno y los líderes del Congreso, el objetivo de la reforma no es elevar los impuestos, que se espera que se mantengan en un promedio general de 26,5%. Sin embargo, varios sectores aún están preocupados por la posibilidad de mayores aranceles, particularmente las industrias de infraestructura, saneamiento y minería, entre otras.

"Aunque la reforma es en general positiva, ya que simplifica el sistema tributario, hay sectores que probablemente tendrán impuestos más altos, como la infraestructura, particularmente el segmento de carreteras. Los aspectos aún poco claros de las regulaciones tributarias y los impactos en cada sector explican en parte el hecho de que solo tuvimos un pequeño número de participantes compitiendo por contratos en licitaciones recientes", dijo a BNamericas el socio fundador de la consultora especializada en infraestructura Pezco Economics, Frederico Turolla.

Los actores del sector de agua y saneamiento también están inquietos por mayores impuestos.

“Durante todo el proceso de aprobación de la reforma tributaria, se prometió que esta traería neutralidad, es decir, sin aumentos ni disminución de impuestos, pero lo que estamos viendo en la práctica es lo contrario”, comentó el CEO de Iguá Saneamento, Roberto Correa Barbuti, durante un reciente evento sobre las inquietudes del sector por los cambios legislativos.

"Vemos riesgos de aumentos e impuestos en el sector que podrían conducir a un alza incluso en el precio para el consumidor en el largo plazo", señaló Barbuti, quien también es presidente del directorio de la asociación de concesionarias de agua potable y alcantarillado, Abcon, en respuesta a una pregunta de BNamericas.

Actualmente, las empresas de aguas deben recaudar el 9,25% de los impuestos federales PIS y Cofins, pero están exentas de pagar el impuesto estatal ICMS y el municipal ISS. Sin embargo, según la normativa que se debate ahora, los estados y municipios podrían estar autorizados a cobrar estos gravámenes, lo que elevaría la carga fiscal para las empresas hídricas.

MINERÍA

Uno de los sectores más sensibles a los impactos de la reforma tributaria es la minería.

La cámara Ibram celebró recientemente una serie de reuniones en el Congreso donde criticó los efectos de la reforma en el segmento del mineral de hierro, que es el mayor producto minero de Brasil y una exportación clave.

Ibram expresó su preocupación por los efectos adversos de algunas de las regulaciones propuestas, como permitir un impuesto selectivo a las actividades que tengan repercusiones perjudiciales para la salud. Los sectores del tabaco y las bebidas alcohólicas, pero también el de la extracción de minerales y la producción de petróleo, podrían enfrentarse a un impuesto especial, que podría alcanzar el 1% en los dos últimos casos.

"El impacto del impuesto selectivo al mineral de hierro traería consecuencias desastrosas para la balanza comercial, la competitividad nacional y la sostenibilidad económica de Brasil", declaró durante la audiencia el director de relaciones institucionales de Ibram, Rinaldo Mancin.

"El impuesto selectivo tiene un origen contradictorio, ya que su aplicación debería centrarse en el consumo. Sin embargo, en el caso del sector mineral, [se aplica] a la extracción, considerando el valor de mercado del mineral final, que no refleja su costo original. Esto crea un desequilibrio en términos de justicia fiscal, al penalizar a un sector vital para la economía", añadió.

PETRÓLEO Y GAS

Según el Instituto Brasileño del Petróleo, que representa a las empresas que operan en el sector, si se impone a este sector, el impuesto selectivo resultará en una carga fiscal adicional de alrededor de 7.000 millones de reales (US$1.300 millones) para la industria.

TIC

La propuesta de regulación del nuevo sistema tributario también ha generado preocupación en la industria de TIC.

El sector no vio respuestas a muchas de sus exigencias en el documento que detalla las nuevas normas de recaudación tras la unificación de impuestos.

Entre los principales problemas de la industria con el texto está la inclusión de los gastos financieros (intereses, multas y cargos) en el cálculo de las tasas de los impuestos IBS y CBS. El impuesto IBS es el que absorberá tres impuestos federales, mientras que el CBS combinará un impuesto estatal y uno municipal.