Creciente interés ferroviario de empresas privadas causa controversia en Brasil

El número de solicitudes de empresas del sector privado con planes para asumir proyectos ferroviarios en Brasil está aumentando gracias a un nuevo marco normativo, pero también ha elevado la controversia sobre estos planes.

A través de su nuevo programa Pro Trilhos, el gobierno proyecta inversiones por 100.000 millones de reales (US$17.700 millones) en momentos en que se ha solicitado autorización para 23 proyectos ferroviarios, según el Ministerio de Infraestructura.

Este año, el gobierno promulgó un decreto que autoriza a empresas privadas a construir y operar redes ferroviarias de corta distancia bajo derechos de servidumbre concedidos por el gobierno. Anteriormente, las compañías interesadas debían participar en licitaciones organizadas por el gobierno que podían tardar años en concretarse.

El decreto estará en vigencia hasta febrero del próximo año y el Congreso discute si convertirlo en ley.

Las empresas interesadas en construir ferrocarriles se han apresurado a obtener la autorización de sus proyectos, lo que ha generado dudas sobre su viabilidad financiera y técnica.

"El formato tal vez no sea la mejor manera y esto ha generado discusión incluso en el [Tribunal de Cuentas de la Unión] TCU  y este tema debe ser revisado por el Congreso al convertir estas nuevas normas en ley", indicó a BNamericas Paulo Dantas, especialista en infraestructura y project finance del bufete Castro Barros Advogados. 

"La cuestión de los ferrocarriles son proyectos a largo plazo, necesitan ser proyectos bien diseñados, no pueden basarse en una carrera entre empresas", agregó.

Las 23 solicitudes de proyectos que el gobierno ha recibido hasta ahora tienen una extensión combinada de 7.501km.

"La gran mayoría de los proyectos solicitados hasta ahora son greenfield, no veo mucho espacio para muchas más solicitudes de iniciativas de ese tipo. La tendencia ahora será para proyectos brownfield, ya que de los 30.000km de vías férreas existentes en Brasil, casi la mitad está abandonada", explicó a BNamericas el presidente de la Asociación Brasileña de la Industria Ferroviaria (Abifer), Vicente Abate.

Ya han comenzado a surgir controversias relacionadas con el proceso de autorización.

En septiembre, la empresa de logística VLI presentó cuatro solicitudes de proyectos al gobierno. Semanas después, su rival Rumo, que forma parte del conglomerado energético local Cosan, solicitó autorización para los mismos tramos ferroviarios, lo que generó una disputa legal entre compañías.

BNamericas echa un vistazo a todos los proyectos. En algunos casos, una empresa ha solicitado varias autorizaciones.

– El operador portuario brasileño Petrocity Portos solicitó autorización para construir dos vías férreas. Uno es un ferrocarril de 420km que conecta la ciudad de São Mateus, en Espirito Santo, y el municipio de Ipatinga, en Minas Gerais. La empresa también pretende construir un tramo de 1.108km que unirá Barra de São Francisco, en Espírito Santo, con la capital brasileña, Brasilia.

– La empresa local de logística VLI solicitó autorización para cuatro proyectos: una vía férrea de 557km en Mato Grosso, otra con 235km en Minas Gerais, otra de 245km en Maranhão y una vía férrea de 8km en São Paulo.

– La empresa ferroviaria del estado de Paraná, Ferroeste, también solicitó autorización para construir cuatro vías férreas. Una de 76km en el estado de Mato Grosso do Sul, otra de 405km que conecta las ciudades de Guarapuava y Paranaguá en Paraná, una tercera de 166km que une Cascavel y Foz do Iguaçu (Paraná), y una cuarta con 286km que conecta Cascavel y Chapecó en Santa Catarina.

– La empresa de logística Grão-Pará Multimodal solicitó autorización para la construcción de una vía férrea de 520km para conectar los municipios de Alcântara y Açailândia en Maranhão.

– Planalto Piauí Holdings, parte de Brasil Exploration Mineral (Bemisa), que tiene el proyecto de mineral de hierro Planalto Piauí en el estado de Piauí, solicitó la autorización para una vía férrea de 717km que conecta el municipio de Corral Novo en Piauí con Suape, una ciudad portuaria en el estado de Pernambuco.

– La empresa local de logística Fazenda Campo Grande busca la autorización para la construcción de una vía férrea de 7km en Santo André, ciudad de la región metropolitana de São Paulo.

– La consultora brasileña Macro Desenvolvimento solicitó permiso para construir una vía férrea de 610km que conecte la ciudad de Presidente Kennedy, en Espirito Santo, con los municipios de Conceição do Mato Dentro y Sete Lagoas en Minas Gerais.

– Rumo, que forma parte del conglomerado energético local Cosan, solicitó autorización para tres proyectos: un tramo de 37km que conecta Santos, Cubatão y Guarujá en el estado de São Paulo, un ferrocarril de 577km en Mato Grosso y otro de 235km en Minas Gerais.

– El productor brasileño de celulosa Bracell requiere permiso para construir dos ferrocarriles en el estado de São Paulo, uno con una extensión de 4km y otro de 19,5km.

– La minera Brazil Iron Mineração solicitó autorización para construir una extensión ferroviaria de 120km en Bahía.

– Morro do Pilar Minerais solicita permiso para una extensión ferroviaria de 100km en Espirito Santo.

– La empresa de alimentos Minerva presentó una solicitud para construir una línea férrea de 57km entre Açailândia, en Maranhão, y Barcarena, en Pará.