Diplomático: “Noruega quiere ser socio estratégico de Brasil en la transición energética”

Noruega quiere ser socio estratégico de Brasil en la transición energética, dijo a BNamericas la cónsul general del país nórdico en Río de Janeiro, Mette Tangen.

El país se encuentra entre los principales aportantes del Fondo Amazonia, una de varias iniciativas que está implementando el Gobierno brasileño junto con actores internacionales para combatir el cambio climático.

Uno de los mercados que los escandinavos quieren desarrollar es el de captura y almacenamiento de carbono.

“Tenemos casi 30 años de experiencia en la plataforma continental noruega y tenemos mucho que aportar en este ámbito en Brasil”, dijo Tangen.

Hoy en Brasil, empresas como Petrobras, en Río de Janeiro, y FS Agrisolutions, en Mato Grosso, estudian proyectos de almacenamiento y captura de carbono, pero el país aún carece de un marco regulatorio para esa actividad.

Tangen destacó que Brasil y Noruega tienen grandes similitudes en el sector energético, pues ambos son importantes productores de petróleo y gas, además de contar con redes eléctricas casi 100% renovables.

Pese a la intermitencia de las fuentes eólicas y solares y al espacio que ocupan en tierra estas instalaciones, la funcionaria cree imprescindible seguir construyendo parques de generación renovable.

“Si no lo hacemos, el cambio climático continuará”, aseguró Tangen.

Con un territorio significativamente más pequeño que Brasil, los noruegos también están apuntando a la generación eólica marina, tras el lanzamiento de su primera subasta por la construcción de un parque eólico comercial en el primer trimestre de este año.

En Brasil, este segmento aún depende de la promulgación de un marco regulatorio, que continúa en discusión en el Congreso.

Thomas Conradi Granli, director de la agencia de desarrollo de negocios del Gobierno noruego, Innovation Norway, dijo que las empresas noruegas que operan en Brasil en sectores como petróleo, gas y minería pueden invertir en las cadenas de valor para volverse más ecológicas.

“Las empresas noruegas que venden sus productos a la comunidad europea deben trabajar en la transición energética, y eso incluye a Brasil”, dijo a BNamericas.

Entre los grupos noruegos que operan en el país figuran Equinor, Norsk Hydro, Statkraft y Scatec.

Granli dijo que el banco de promoción de exportaciones Eksfin ha estado financiando proyectos energéticos en Brasil durante muchos años, facilitando la compra de bienes y servicios de la nación europea.

“En el pasado, Petrobras lo utilizaba mucho en el sector offshore. Ahora, Eksfin está mucho más centrada en las energías renovables”, indicó Granli, que agrega que la empresa noruega DNB apoya la construcción naval en el país.

Tangen y Granli participaron en la cumbre empresarial Brazil-Norway – Connecting for a Greener Tomorrow en Río de Janeiro el miércoles.

COORDINACIÓN INTERNACIONAL

Ese mismo día, el Gobierno brasileño anunció, junto con el banco de desarrollo BNDES, Bloomberg Philanthropies, Glasgow Finance Alliance for Net Zero (GFANZ) y el Fondo Verde para el Clima (GCF), la plataforma de inversión en transformación climática y ecológica de Brasil, BIP.

La plataforma trabajará con fondos y programas públicos, como Restaura Amazônia, así como con iniciativas asociadas, entre ellas el laboratorio de inversión en la naturaleza de Brasil y el programa acelerador de la transición industrial ITA.

Además, BIP buscará asociaciones con bancos multilaterales de desarrollo y fondos ambientales y climáticos para financiar tecnologías emergentes y desarrollar estructuras financieras innovadoras.

El foco se centra en tres sectores clave: soluciones basadas en la naturaleza y la bioeconomía; industria y movilidad; y energía.

La plataforma ya ha identificado e incluido proyectos piloto como medio para probar los criterios de selección de cartera, el modelo operativo y los foros de toma de decisiones de BIP. Estos emprendimientos suman un total de US$10.800 millones en capital que se movilizará una vez que se haya tomado la decisión final de inversión e incluyen:

– Acelen Renewables, que está desarrollando una propuesta de combustibles renovables de US$3.000 millones, pretende producir 1.000 millones de litros anuales de diésel verde y combustible de aviación sostenible en Macaúba, una planta brasileña;

– El proyecto Corredores para la Vida, liderado por Ambipar Medio Ambiente e IPÊ, requiere US$95 millones para restaurar uno de los mayores corredores ecológicos de Brasil en el bosque atlántico, con el objetivo de reconectar áreas fragmentadas;

– Un proyecto de US$1.150 millones de Atlas Agro dará lugar a la primera planta de fertilizantes verdes a escala industrial de Brasil;

– Biomas invertirá US$150 millones en restaurar 14.000ha de vegetación en la Amazonía y en el bosque atlántico;

– Fortescue, que está desarrollando una planta de hidrógeno verde de US$3.500 millones;

– El proyecto Caldeira de Meteoric Resources pretende recaudar US$425 millones para financiar el desarrollo de métodos de extracción de bajas emisiones para elementos de tierras raras;

– Vale, que tiene un proyecto para inducir inversiones de socios por aproximadamente US$2.500 millones en la construcción de polos industriales en Brasil para la producción de hidrógeno verde y hierro briquetado en caliente (HBI) con miras a descarbonizar la industria del acero.