Elevado gasto de México pone en riesgo fondos de gobierno entrante e inversión en infraestructura pública

El gobierno de México ha aumentado el gasto público en los últimos meses para completar algunos de sus emblemáticos proyectos de infraestructura, como el Tren Maya y el tren interurbano Ciudad de México-Toluca, antes de entregar el poder el 1 de octubre.

Sin embargo, esta decisión podría comprometer las finanzas de la administración entrante.

Cifras del centro local de estudios económicos IMCO demuestran que, durante el primer trimestre de 2024, el gasto federal sobrepasó en 452.000 millones de pesos (US$24.500 millones) el monto de igual período de 2023.

“De este crecimiento de 452.000 millones de pesos, 206.000 millones de pesos se atribuyen a subsidios y transferencias [federales a los estados] y solo 50.000 millones a gasto en infraestructura”, dijo a BNamericas el coordinador de finanzas públicas de IMCO, Diego Díaz. “Esto nos da una idea de que lo que está moviendo el gasto no es tanto el gasto en inversión física, sino justamente los programas sociales”.

Según un comunicado publicado el 25 de enero por el Gobierno Federal, desde el inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018 se canalizaron a programas sociales cerca de 2,7 billones de pesos.

El reciente aumento del gasto federal también ha comprometido las finanzas que heredará la próxima administración y ha elevado el déficit público a 1,7 billones de pesos, equivalente a casi el 5% del PIB de México.

IMCO cree que se trata del mayor déficit público desde 1990, situación que requiere cambios que podrían incluir una reforma tributaria.

Sin embargo, la presidenta electa Claudia Sheinbaum ha planteado que no promoverá cambios de este tipo en las finanzas públicas en los primeros dos años de su administración. En cambio, ha expresado su voluntad de ser financieramente responsable y mejorar la tecnología disponible para las autoridades aduaneras mexicanas con el fin de incrementar los ingresos por concepto de aranceles, según el diario El Economista.

Si Sheinbaum dice evitar alzas tributarias, tendría que reducir el gasto público, lo que resultaría en recortes presupuestarios en diferentes sectores, entre ellos las inversiones en infraestructura, indicó Díaz.

“Podría ser un área que sufra recortes, sobre todo si la presidenta electa no quiere bajar el gasto social porque, al final de cuentas, ese ha sido uno de sus compromisos de campaña: mantener los programas sociales e incluso incrementarlos, ampliar la cobertura, por ejemplo, de las pensiones para adultos mayores”, indicó el experto de IMCO.

Según un decreto que ordena la creación de un fondo fiduciario para pensiones asistenciales publicado en el Diario Oficial el 1 de mayo, se destinará a ese fin el 25% de los ingresos obtenidos de activos administrados por la Secretaría de Marina o la Secretaría de Defensa (Sedena), entre ellos proyectos de infraestructura como el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

“Al hacer esto, las entidades paraestatales van a contar con menos recursos que puedan reinvertir justamente para mejorar su desempeño”, explicó Díaz. "Al final, se van a ir a este fondo y necesitarían todavía mayores subsidios para poder funcionar".