¿Es inevitable la segunda vuelta en Uruguay?

La pregunta de quién será el próximo presidente de Uruguay probablemente se responderá en segunda vuelta a fines de noviembre, según las encuestas.

El país, que alberga 3,41 millones de habitantes, celebrará elecciones presidenciales y legislativas el domingo. Un candidato presidencial necesita adjudicarse más del 50% de la votación para proclamarse vencedor en primera vuelta, pero según las encuestas ninguno lo lograría.

Las elecciones de Uruguay pondrán fin al mes de mayor actividad electoral de este año en Latinoamérica y el Caribe (LAC), pues también hubo comicios presidenciales en Bolivia y Brasil.

De los siete candidatos, las encuestas muestran al expresidente Tabaré Vázquez, de la coalición oficialista de izquierda Frente Amplio, liderando con un apoyo de 41-44%, seguido por el diputado Luis Lacalle Pou, del centroderechista Partido Nacional, con el 26-32% de los votos. Pedro Bordaberry, del Partido Colorado, también de centroderecha, figura tercero con un respaldo de 10,5-17,0% entre los votantes.

La ley impide al popular presidente José Mujica –exguerrillero izquierdista– postularse para un segundo mandato consecutivo.

SEGUNDA VUELTA SERÍA AJUSTADA

Bordaberry declaró que apoyaría a Lacalle Pou en una eventual segunda vuelta y la mayoría de los votos del Partido Colorado debieran ir a parar al Partido Nacional.

El balotaje –que en caso de ocurrir se realizaría el 30 de noviembre– probablemente será muy ajustado ya que los dos candidatos principales han empatado en algunas de las encuestas más recientes, con un apoyo de 45-47% para Vázquez (de 74 años) y de 40-47% para Lacalle Pou (de 41 años).

De acuerdo con una nota de investigación de Bank of America Merrill Lynch, dos factores contribuirán a una reñida segunda vuelta.

Favorece a Frente Amplio el hecho de que la economía uruguaya ha mostrado un buen desempeño en los últimos años y que Vázquez es un expresidente bien considerado. Por otro lado, a favor de la oposición juega el hecho de que Frente Amplio ha perdido votos entre una elección presidencial y la siguiente y que ningún partido ha ganado nunca la presidencia tres veces seguidas.

Frente Amplio ha gobernado Uruguay durante dos períodos consecutivos, primero bajo Vázquez y luego de la mano de Mujica.

EL FAVORITO DEL MERCADO

Los mercados recibirían con beneplácito una victoria de Lacalle Pou ya que su programa es más favorable para ellos y se le considera más dispuesto a hacer frente a los puntos más débiles de una bien gestionada economía uruguaya, a saber, un gran déficit fiscal y una inflación persistentemente alta (que acumuló una tasa de 8,04% en enero-septiembre).

Sin embargo, ninguno de los candidatos realizaría grandes cambios en cuanto al manejo de la economía uruguaya, que recibe de buenas ganas la inversión extranjera y ha arrojado respetables tasas de crecimiento durante varios años. Además, se espera que ninguno de los partidos logre la mayoría en las dos cámaras del Congreso, por lo que los cambios más radicales serían mucho menos probables.

Por tal motivo, la campaña se ha centrado en otros temas como la delincuencia, la educación y la corrupción.

SÓLIDA ECONOMÍA

Uruguay ha disfrutado de una década de expansión fuerte e inclusiva desde su crisis del 2002, gracias a importantes reformas institucionales, proyectos de inversión extranjera directa a gran escala atraídos por el estable entorno macroeconómico, el clima favorable a los negocios y las sólidas condiciones externas del país, según un informe de principios de año del FMI.

El PIB se expandió a una tasa anual promedio de 5,5% entre el 2006 y 2013, por encima del promedio regional para esos años. Este buen desempeño económico ayudó también a Uruguay a hacer frente a choques externos como la crisis internacional del 2008-2009.

Al dar a conocer sus últimos pronósticos mundiales y regionales este mes, el organismo multilateral indicó que el crecimiento de la economía uruguaya debiera desacelerarse a 2,8% este año y el próximo.

Puede que esto no cause sorpresa si se considera que muchos países de LAC están experimentando un crecimiento más lento. Asimismo, las tasas de crecimiento proyectadas de Uruguay para el 2014 y 2015 seguirán siendo superiores al 1,3% y 2,2% anticipado por el FMI para la región durante esos años.

PROGRESO SOCIAL

Durante los últimos años bajo el gobierno de Frente Amplio, Uruguay ha realizado avances significativos en el frente social.

El índice de pobreza del país se redujo a 11,5% el año pasado frente al 39,9% del 2004, según el Banco Mundial. Por otro lado, la pobreza extrema se redujo a 0,5% el año pasado frente al 4,7% del 2004. Estas impresionantes caídas obedecieron a una serie de factores como una sólida economía, la creación de empleo en el sector formal, el aumento de los salarios y los programas sociales.

La enorme desigualdad de ingresos vista en muchos otros países de LAC nunca ha sido un gran problema en Uruguay, donde la mayoría de las personas pertenecen a la clase media, pero este indicador ha ido mejorando también en los últimos años, lo que demuestra que el gobierno es capaz de entregar una mayor prosperidad económica y al mismo tiempo un aumento del progreso social y la inclusión.