¿Es la tendencia mexicana del nearshoring un espejismo?

La tendencia del nearshoring en México está en tela de juicio debido a la incertidumbre sobre la inversión extranjera en el país por posibles cambios en la política de Estados Unidos y a informes de entidades como el Banco de Pagos Internacionales (BPI) que cuestionan la evidencia del fenómeno, señalaron fuentes a BNamericas.

Gran parte de la corriente ―que consiste en que las empresas se trasladen a países más cercanos a los mercados de destino, como Estados Unidos, o amplíen sus operaciones para aumentar la producción en esos lugares― cuenta con el impulso de compañías asiáticas que buscan establecer una producción que pueda exportarse a EE.UU., en parte alimentada por las fricciones en el comercio entre dicho país y China.

“La guerra comercial entre Estados Unidos y China está reestructurando el comercio internacional”, dijo a BNamericas Kenneth Smith Ramos, jefe de la negociación técnica de México para las conversaciones que llevaron al reemplazo del TLCAN por el tratado comercial T-MEC.

“México se vuelve una alternativa para producir y surtir al mercado estadounidense. No es una simple guerra comercial que va a durar un par de años y ya. En materia de telecomunicaciones, es la Guerra Fría del siglo XXI y va a durar varias décadas”, agregó.

El fabricante chino de vehículos eléctricos BYD y el de electrodomésticos Midea son ejemplos de esta situación, ya que ambos anunciaron planes para construir fábricas en México, lo que podría permitirles aprovechar el comercio libre de aranceles en Norteamérica en virtud de las normas de origen del T-MEC.

Sin embargo, algunos analistas y autoridades, como el exembajador de México en China, Jesús Seade, han calificado el nearshoring como una ilusión, considerando que el crecimiento de las inversiones chinas en México en realidad no es tan grande.

“Es un espejismo eso que tanto se dice que el crecimiento de las inversiones chinas en México es espectacular. El nearshoring no es algo que ofrezca tantísimo como se quiere creer”, señaló Seade al diario Reforma en enero de 2023.

Según cifras del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce) publicadas por el diario El Economista durante el primer semestre de 2024, el país registró US$235 millones de inversión extranjera directa (IED) proveniente de China. Sin embargo, de esa cifra, solo US$10,4 millones correspondieron a nuevas inversiones.

Smith no está de acuerdo con Seade y considera que el nearshoring es una tendencia real de la que México no se ha beneficiado plenamente.

“Estados Unidos va a seguir siendo nuestro principal inversionista, pero hay otros países que están invirtiendo más en México. El nearshoring es real”, afirmó en entrevista con BNamericas.

“La realidad es que hay obstáculos estructurales en materia de acceso a energía y a energía renovable, infraestructura, mano de obra calificada para los sectores del futuro. El impacto que estamos viendo es que a pesar de estar recibiendo cifras récord de IED de US$36.000 millones por año, la verdad es que deberíamos estar muy por encima de esa cifra, entre US$50.000 millones y US$60.000 millones”, añadió.

En octubre, el BIS publicó un informe que cuestionaba la tangibilidad de la tendencia al nearshoring basándose en la escasez de pruebas sólidas que respaldaran el revuelo.

“En general, la IED hacia México ha tenido un desempeño inferior al de sus pares en Asia y América, e incluso ha disminuido en los últimos meses. Si bien la IED no ha aumentado, su composición ha cambiado: en 2023 la reinversión de utilidades fue significativamente mayor que la inversión nueva”, indicó el banco en un boletín.

“Hay países como Vietnam, que tienen un acuerdo con Estados Unidos, donde también hay relocalización de empresas hacia Vietnam y exportación a Estados Unidos. Ellos han ganado más o menos 3 puntos porcentuales de penetración de mercado en Estados Unidos. Entonces, lo están aprovechando muy bien”, puntualizó Smith, y agregó que México representa el 15,5% de todas las importaciones que realiza EE.UU.

INCERTIDUMBRE POLÍTICA

La incertidumbre sobre las elecciones estadounidenses también juega un papel clave en la tendencia mexicana, ya que Donald Trump ha dicho que quiere renegociar el T-MEC e imponer aranceles a los automóviles y otras importaciones de México, aunque Kamala Harris también ha señalado que haría cambios al acuerdo de libre comercio.

“En términos de certidumbre y estilo de gobierno, mensajes y política exterior, sería definitivamente más favorable [para los inversionistas extranjeros en México] una administración demócrata a pesar de lo que hemos mencionado, el proteccionismo que existe en Estados Unidos y los compromisos fuertes que tienen los demócratas con las organizaciones sindicales de ese país”, destacó Smith.

“Trump va a llegar a la mesa con una posición acerca del libre comercio muy transaccional. Es decir, si yo exporto a México y a Canadá está bien, si importo de esos países está mal. Si mis empresas invierten en Estados Unidos es un plus, pero si lo hacen en México o Canadá, lo ve como una pérdida para su país”, advirtió.

INVERSIONES EN SUSPENSO

Una de las inversiones emblemáticas del nearshoring en México es la anunciada construcción de una gigafábrica de Tesla de US$5.000 millones en el estado de Nuevo León. Sin embargo, el proyecto quedó en compás de espera por parte del fabricante de automóviles estadounidense, que actualmente se enfrenta a una mayor competencia de los fabricantes asiáticos de vehículos eléctricos y no ha funcionado como los inversionistas desearían.

El destino de la inversión de Tesla en México se definirá después de las elecciones, según el gobernador de Nuevo León, Samuel García.

Midea también anunció que suspendería su plan de construir una planta en Coahuila, debido a la incertidumbre política en México y EE.UU., informó el periódico Reforma en septiembre.

Mientras tanto, las noticias sobre la planta de BYD siguen siendo muy escasas, ya que la empresa estaría eligiendo un emplazamiento, proceso que ya ha durado más de un año.