La batalla de Chile contra el vertimiento de energía y el factor baterías

La instalación de sistemas de almacenamiento en baterías está ayudando a hacer frente a los vertimientos en Chile, pero se necesita mucha más capacidad, dijo un ejecutivo a BNamericas.

Estos sistemas absorben el exceso de producción de energías renovables durante las horas solares y lo inyectan nuevamente a la red cuando se pone el sol, particularmente alrededor de las 8:00 p. m. y las 11:00 p. m., aprovechando precios favorables.

Los vertimientos han erosionado las finanzas de las generadoras, en particular de aquellas que se centran exclusivamente en fuentes renovables.

Henrik Tuveson, gerente sénior de desarrollo de mercado en América Latina de Wärtsilä ES&O, división de almacenamiento de la empresa finlandesa de soluciones energéticas, resumió la situación en una entrevista con BNamericas.

“Hoy en día, Chile tiene solo unos 2 GW en sistemas de almacenamiento de energía en baterías activos. Para reducir eficazmente los vertimientos, será necesario aumentar de manera significativa esta capacidad”, indicó Tuveson.

Ante el creciente número de parques solares y eólicos, la flexibilidad de la red y factores de transmisión, los vertimientos se dispararon 121 % en 2024 a casi 6 TWh, el equivalente al 20 % de toda la generación eólica y solar de ese año.

Las inyecciones en sistemas de baterías aumentaron 204 %, según datos de la cámara de energías renovables y almacenamiento Acera.

Un informe de enero de la consultora local Valgesta estima que, este año, los sistemas de almacenamiento podrían aprovechar hasta el 51,9 % del vertimiento sistémico. Sin embargo, dado que esta proporción cae durante los meses más soleados, se espera una media de 31 % para todo el año, o el equivalente a 2,44 TWh.

Según el documento, las proyecciones apuntan a que los sistemas de almacenamiento “tendrán un rol cada vez más protagónico en el tiempo, permitiendo el traslado temporal de energía de bloques diurnos a aquellos nocturnos, logrando el aprovechamiento del vertimiento de energía renovable”.

La capacidad de almacenamiento está creciendo rápidamente y casi todos los proyectos de nueva generación que solicitan autorización ambiental incorporan sistemas de baterías.

En enero estaba en construcción una capacidad de almacenamiento de 2.343 MW y 9.397 MWh y en revisión ambiental, unos 14,5 GW.

En 2022 había disponibles alrededor de 70 MW en capacidad de almacenamiento.

Un estudio de 2023 publicado por el coordinador de la red eléctrica CEN estima que se necesitarían entre 1 GW y 4 GW de capacidad de almacenamiento entre 2026 y 2030, principalmente en el norte, con una duración de seis a ocho horas. El objetivo del Ministerio de Energía para 2026, que se superará, era de 2 GW.

Entre los factores que impulsan este cambio están el esfuerzo de Chile por alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050, los altos niveles de vertimiento, los bajos precios spot diurnos y las oportunidades de arbitraje asociadas.

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En una versión actualizada de su hoja de ruta para una transición energética acelerada, de diciembre, el CEN hace referencia al almacenamiento al indicar que, en el marco del proceso de conexión de acceso abierto, se aprobó declarar en fase de construcción casi 10 GW de capacidad con una duración media de descarga de unas cuatro horas.

De todas formas, causa preocupación que se termine instalando demasiada capacidad de almacenamiento.

Además de absorber energía durante las horas solares e inyectarla cuando se pone el sol, también se ve espacio para sistemas de almacenamiento que brinden servicios auxiliares y ayuden a reforzar la transmisión.

BNamericas publicará la entrevista completa con Tuveson en los próximos días.