La semana que afrontará el sector energético de Latinoamérica

Además de continuar la pandemia del coronavirus en América Latina y el resto del mundo, la región está en alerta a la espera de noticias sobre un posible acuerdo por la producción de petróleo entre Arabia Saudita y Rusia.

Los precios del crudo subieron la semana pasada después de que el presidente Donald Trump señalara que las dos naciones estaban cerca de cerrar un pacto para reducir la producción petrolífera "en unos días". Las noticias en este frente parecen inminentes. El lunes, diversos medios informaron que fuentes rusas habrían dicho que se estaba "muy cerca" de un acuerdo, aunque no está claro si el convenio acercaría los precios a los niveles previos a la pandemia.

La crisis sanitaria ha diezmado la demanda de crudo y combustibles, lo que queda de manifiesto en las perspectivas ajustadas para el resto del año. Una consecuencia más probable de un acuerdo exitoso sería cierta recuperación de los precios del petróleo para luego permanecer en niveles más bajos que los observados en los últimos años.

La mayoría de los observadores parecen concordar con un precio objetivo de US$35/b, nivel al que se llegó en los mercados la semana pasada después del anuncio. Sin embargo, si Rusia y Arabia Saudita no se ponen de acuerdo, el petróleo podría rondar los US$20/b.

Cualquiera de estas bandas de precios amenazaría una gran parte de la producción de petróleo latinoamericana, especialmente en algunos de sus prospectos de crecimiento más promisorios, como la región presalina de Brasil y la formación Vaca Muerta de Argentina. Sin embargo, a US$35/b sería mucho más manejable, dependiendo del tiempo en que los precios se mantuvieran en esos niveles.

¿SIGUE EL CONFINAMIENTO?

Las naciones latinoamericanas que aplican cuarentena evaluarían las medidas que continuarían y si las intensificarán o flexibilizarán esta semana. Mientras que Chile y Colombia han promulgado bloqueos para ciertas zonas urbanas específicas, Argentina, Perú y Paraguay establecieron medidas a nivel nacional a principios de marzo.

Las dos economías más grandes de la región, México y Brasil, fueron más lentas en reaccionar. México implementó la semana pasada algunas acciones vagas de bloqueo en todo el país, que estarán vigentes hasta el 30 de abril. Mientras tanto, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, continúa resistiendo a tomar medidas para frenar la propagación del covid-19, incluso arremetiendo contra dirigentes que han aconsejado a la población quedarse en casa.

Las naciones de la región más afectadas por el virus esta semana serían Brasil con 11.494 casos confirmados hasta el lunes; Chile con 4.815 y Ecuador con 3.646, mientras continúan aumentando los contagiados en países como Perú (2.281), México (2.143), Panamá (1.988), República Dominicana (1.828), Argentina (1.554), Colombia (1.485), Costa Rica (454) y Uruguay (406).

Las capacidades para realizar prueba también deben tenerse en cuenta para tener una imagen precisa. Chile, con 54.864, y Brasil, con 54.824, habían realizado la mayor cantidad de análisis en la región hasta el lunes, seguidos por Colombia (23.706), Perú (19.410), México (18.034), Ecuador (12.386), Panamá (9.749), Argentina (8.488), Uruguay (5.208), Costa Rica (5.098) y República Dominicana (4.542). Estos números sugieren que la cifra real de contagiados de cada país puede ser muy diferente de aquella de los casos confirmados oficialmente.

La decisión de los países de permanecer en cuarentena o endurecer las medidas tendrá un gran impacto sobre el sector energético, ya que la demanda eléctrica, y especialmente las compras de combustibles, se han desplomado en toda la región, amenazando los flujos de efectivo y cambiando drásticamente la cadena de pagos de la industria. Si bien esto repercute más claramente en los segmentos downstream y de distribución, también tendrá un efecto dominó en toda la cadena de valor, ya que muchos productores upstream se quedan sin compradores y los flujos de efectivo de las generadoras disminuyen.

VENEZUELA: ¿AD PORTAS DE UN CAMBIO?

Esta semana esperamos nuevas noticias sobre Venezuela y su enfrentamiento con el Gobierno de Estados Unidos. La administración de Trump está aplicando la estrategia del palo y la zanahoria, ya que amenaza con encarcelar a personas vinculadas al presidente Nicolás Maduro y enviar barcos cerca de la costa venezolana, al tiempo que propone un marco para convocar elecciones pacíficas.

Venezuela se empobrecerá aún más por el desplome del precio del petróleo, y algunos creen que el régimen está llegando a su fin. En toda América Latina, los líderes están decidiendo si ponerse del lado de Estados Unidos o Maduro o seguir siendo imparciales.

Probablemente la postura más influyente será de la vecina Colombia, que depende en gran medida de la ayuda económica de Estados Unidos para librar una guerra contra el narcotráfico. Congresistas colombianos aconsejan al gobierno de Iván Duque que no muestre su apoyo a la acción militar de Estados Unidos, si bien la presión sobre el presidente para que aclare la posición de Colombia crecería en los próximos días. Sin un apoyo regional explícito, la acción de Estados Unidos contra Venezuela no lograría la credibilidad necesaria.

Con informes adicionales de Michael Place.