¿Por qué Lasso podría disolver el Congreso y convocar nuevas elecciones?

La posibilidad de la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria a nuevas elecciones presidenciales y parlamentarias va tomando forma en Ecuador, ya que tres partidos políticos opositores se han convertido en una piedra en el zapato para el presidente Guillermo Lasso.

Tras recibir de vuelta un proyecto de ley con reformas laborales, tributarias y de inversión que ni siquiera fue debatido, el mandatario advirtió a los legisladores que, si continúan bloqueando sus propuestas, emplearía el mecanismo denominado "muerte cruzada".

La figura establecida en la Constitución permite al presidente en funciones disolver la Asamblea, pero establece también la convocatoria a nuevas elecciones presidenciales y legislativas.

La Constitución establece que esta facultad puede ser ejercida por una sola vez durante los tres primeros años de mandato presidencial.

El partido CREO de Lasso tiene apenas  12 legisladores de los 137 escaños de la Asamblea Nacional, pero con alianzas legislativas puede alcanzar 26. Los tres mayores partidos de oposición —el movimiento indígena Pachakutik, el Partido Social Cristiano, y la coalición UNES, del expresidente Rafael Correa— suman 88 legisladores.

Antes de tomar la drástica decisión de la muerte cruzada, Lasso intentará agotar el diálogo con la Asamblea y reunirse con los distintos bloques legislativos. Además, dividirá la propuesta rechazada en tres proyectos de ley distintos de empleo, impuestos e inversión y los despachará con carácter urgente.

El tratamiento que el Congreso dé a los proyectos de Ley y las diferentes protestas que se preparan contra el gobierno determinarán si el mandatario decide recurrir a la muerte cruzada.

El movimiento indígena, los sindicatos y varias agrupaciones sociales están presionando al gobierno para que congele los precios de los combustibles —que desde el año pasado se ajustan cada mes con el fin de alinearlos con los precios internacionales y terminar con los subsidios— y cumpla con una serie de peticiones de cada sector.

Observadores del mercado local consultados por BNamericas ven la muerte cruzada como un resultado altamente probable.

“Creo que probablemente iremos a una muerte cruzada, dijo a BNamericas el presidente de la consultora Grupo Spurrier, Walter Spurrier.

"Es evidente que el gobierno de Lasso no está dispuesto a gobernar con las manos amarradas. Es una apuesta riesgosa, pero el presidente no va a ceder a todas las presiones", advierte Spurrier.

"Yo tengo la impresión de que Lasso quiere ir a la muerte cruzada, porque esto le permitirá, mientras se realizan nuevas elecciones, gobernar por decreto, ganar tiempo, volverse a posicionar ante la opinión pública y, de esta forma, hacer de las próximas elecciones una especie de plebiscito polarizado: ‘o seguimos lo que propongo o nos vamos al caos con tanta oposición que hay’. Así aumentará el número de legisladores de su partido para tratar de sobrevivir", dijo a BNamericas el analista político Jacobo García.