Los desafíos que enfrenta México con el nearshoring

México podría atraer US$33.000 millones anuales en inversiones de empresas internacionales para sacar partido del tratado comercial T-MEC y de la proximidad al mercado estadounidense, señaló Grupo Bursátil Mexicano (GBM).

No obstante, para capitalizar esta oportunidad, las autoridades mexicanas tendrán que resolver una serie de problemas asociados a terrenos e infraestructura.

Empresas automotrices como Tesla, BMW y BYD, que según el grupo local Gentor representan el 33% de la inversión entrante, planean impulsar sus operaciones con foco en la producción de vehículos eléctricos y baterías de litio.

“[En México] somos fuertes en salarios, somos fuertes en los costos de commodities como gas y combustible. Somos fuertes en proximidad a Estados Unidos y tasa de cambio, con una moneda bastante estable, estabilidad geopolítica, regulaciones ambientales y protección de la propiedad intelectual. Esas son nuestras fortalezas con respecto a China”, indicó Kevin Piccolo, director de Seisa Energía, parte de Gentor, en un foro sobre infraestructura organizado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (Imef).

Cerca del 50% de las inversiones irán a los estados de Nuevo León, Coahuila, Yucatán y Chihuahua, precisó, con Nuevo León como principal destinatario.

A continuación, BNamericas da un vistazo a los mayores desafíos para aprovechar el potencial de nearshoring de México.

DÉFICIT DE TERRENOS INDUSTRIALES

Cifras de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (Ampip) publicadas esta semana muestran que alrededor del 97% de estos predios están ocupados. Las empresas estadounidenses son los principales ocupantes, con un 45%.

Actualmente hay 42 parques en construcción y hay un déficit de 11 millones de metros cuadrados (Mm2), según Fondo Inmobiliario Meor.

Además del déficit actual, este año se necesitarán otros 2,5Mm2 para nuevas empresas, indicó Piccolo.

Regina Labardini, analista de GBM, cree que el problema debe abordarse mediante la planificación y colaboración entre los sectores público y privado, y el desarrollo de zonas francas.

“Hasta el momento, los datos, conforme van saliendo, van superando los estimados”, declaró durante el foro. “Eso se va a poder resolver mientras vayamos siendo estratégicos. Se ha visto mucho el desarrollo de las zonas económicas especiales y el desarrollo de espacio industrial se podría potencializar muchísimo”.

FALTA DE INFRAESTRUCTURA

El déficit de suelo industrial se ve exacerbado por la falta de infraestructura necesaria para aprovechar al máximo la oportunidad asociada al nearshoring.

Para Gentor, los cuatro pilares para el desarrollo industrial son infraestructura de transporte, eléctrica, hídrica y de telecomunicaciones.

“Podemos tener las mejores condiciones geográficas, tener una gran frontera, estar al lado de EUA, tener ambos océanos y el mar Caribe, pero si no tenemos infraestructura, no tenemos comunicaciones, no tenemos agua, se nos va a caer el sueño”, advirtió Piccolo.

Según la firma de servicios profesionales KPMG, el nearshoring representa también una oportunidad para fomentar el desarrollo de infraestructura mediante impuestos como fuente de financiamiento.

“El nearshoring eventualmente va a traer un incremento en la recaudación fiscal, que se puede utilizar para invertir en infraestructura”, señaló Esteban Lecumberri, socio de KPMG en México, durante el foro. “Venimos de una tendencia de inversión en infraestructura del orden de 2% del PIB y necesitamos invertir 4% para cerrar la brecha”.

DISPONIBILIDAD DE ENERGÍA

El tema más apremiante para el país es la disponibilidad de infraestructura eléctrica, indica Gentor.

“Cada vez más y más clientes nos piden soluciones para poder generar localmente. Tenemos muchos retos, no solamente el tema de los permisos de generación que están un poco retenidos”, plantea Piccolo.

La eléctrica estatal CFE está pidiendo a los desarrolladores que construyan infraestructura de interconexión y líneas de transmisión “a decenas de kilómetros de distancia”.

La inversión requerida para conectarse a la red de transmisión, que pertenece a CFE y es operada por esta, a veces es igual a la inversión para construir un generador para autoabastecimiento, según Piccolo. “Hago una inversión de US$50 millones para conectarme a la red de transmisión o para generar mi propia energía, y luego está el reto de si tengo o no los permisos de generación”.

De acuerdo con el centro de investigación de política pública IMCO, el país podría beneficiarse de los costos energéticos competitivos de Norteamérica, pero requerirá “inversión pública y privada en infraestructura de generación eléctrica con baja huella de carbono, en redes eléctricas (transmisión y distribución), y en expansión de la red de gasoductos. Además, es urgente implementar una política de almacenamiento de gas natural”.

INFRAESTRUCTURA HÍDRICA

La falta de infraestructura hídrica fue inicialmente identificada por Tesla como un obstáculo antes de tomar la decisión de construir su fábrica en Nuevo León. Según el presidente Andrés Manuel López Obrador, el problema se solucionó haciendo que Tesla invirta en plantas de tratamiento de agua.

“Se necesita hacer una gran inversión para mejorar ampliar mantener la red de distribución, sobre todo en el norte del país”, indicó Lecumberri, que agrega que las inversiones en un modelo de economía circular con tratamiento y reúso de agua también son esenciales.

La Cámara Nacional de Manufacturas Eléctricas (Caname) solicitó una política más flexible con respecto a las concesiones de agua, ya que advirtió que las inversiones planificadas en Nayarit por parte de empresas asiáticas podrían estar en riesgo si no se aborda el tema.

La secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, se sumó a las preocupaciones de la industria este mes, cuando indicó que ya no se otorgarían permisos para uso industrial de agua en 16 estados que han experimentado problemas de escasez.

Foto: Planta de Mazda en Salamanca, estado de Guanajuato.