Nacionalismo de recursos: un riesgo muy real para las mineras

La industria minera de América Latina enfrenta crecientes riesgos ligados al nacionalismo de los recursos, puesto que el sector es un objetivo prometedor para los gobiernos que buscan cubrir los agujeros financieros creados por la pandemia de covid-19, dijo a BNamericas el presidente ejecutivo de Coeur Mining, Mitch Krebs.

Sin embargo, las autoridades deben mantener un delicado equilibrio en su búsqueda de fondos para evitar socavar la inversión en operaciones y beneficios para las comunidades locales, advirtió el ejecutivo de la compañía estadounidense.

Muchas jurisdicciones mineras clave de América Latina han experimentado un cambio sostenidamente negativo en el riesgo del nacionalismo de los recursos, según el índice al respecto de la consultora londinense Verisk Maplecroft, que monitorea medidas como el alza de impuestos y regalías, demandas de bienes y servicios producidos localmente y expropiación directa de activos.

México, donde se encuentra Palmarejo, la mina de plata y oro más grande de Coeur, ha experimentado el aumento más pronunciado del riesgo en el índice aplicado a 198 naciones, ya que pasó de ser un país de bajo riesgo en 2017 al tercero con el nivel más alto del mundo detrás de Venezuela y Tanzania.

“En cierto modo depende de cómo se defina el nacionalismo de los recursos. Si hablamos de expropiación o toma de un activo, tal vez no sea una posibilidad real, aunque uno ve lo que está pasando en Perú y ahí creo que es más un desafío, aunque depende de cada país” indicó Krebs. "Pero si se define el nacionalismo de los recursos como el riesgo de un alza de impuestos, entonces es muy real".

PRESIÓN POR COVID-19

El covid-19 ha acelerado la tendencia al alza del riesgo al ejercer enormes tensiones adicionales sobre las economías a nivel mundial. 

“Todo el mundo está lidiando con presupuestos deficitarios o déficits mayores que los que tenían en el último año y medio”, dijo Krebs a BNamericas. “Ya sea a nivel local, estatal o federal, los gobiernos están buscando formas de cubrir esas brechas, y la minería y los metales preciosos como el oro han tenido un comportamiento bastante bueno en relación con muchas industrias, por lo que es atrayente para algunas de esas jurisdicciones”.

"Eso es claramente un problema y algo en lo que estamos trabajando a nivel local, estatal y federal, en todas partes", agregó.

Si bien las minas en jurisdicciones como México y Perú suspendieron sus actividades al comienzo de la pandemia, los activos de toda la región están nuevamente en operaciones, aunque bajo los nuevos protocolos de salud y, en algunos casos, restricciones a la circulación de personas.

Las ganancias en el sector también se han visto impulsadas por el alza de los precios del oro y la plata y de muchos metales industriales, como el cobre.

PANORAMA REGIONAL

La naturaleza del riesgo del nacionalismo de los recursos varía de un país a otro dentro de Latinoamérica.

En México, el riesgo creciente ha sido impulsado por las políticas nacionalistas del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sector energético, incluido el desmantelamiento de reformas y la infracción federal a la independencia de los organismos reguladores.

Es probable que esto se propague a la minería en la segunda mitad del sexenio de AMLO, según Verisk Maplecroft, como lo indica una propuesta, ahora estancada, para estatizar la emergente industria de extracción del litio.

Sin embargo, cualquier paso nacionalista claro sobre los recursos podría traer consecuencias negativas.

“México depende en gran medida de la inversión extranjera, no solo en la minería sino que en otros sectores clave de la economía local”, dijo John McCluskey, presidente ejecutivo de Alamos Gold, firma con sede en Toronto y dueña de la mina de oro Mulatos en México, en conversació con BNamericas.

“Discutir este tema [del nacionalismo de los recursos] a nivel parlamentario enviaría una señal muy negativa a los inversionistas internacionales que podría ser perjudicial para la economía mexicana”, advirtió.

En Argentina, el creciente riesgo del nacionalismo de los recursos deriva de la intervención del presidente Alberto Fernández en múltiples sectores, incluida la estatización de activos y medidas económicas como topes de precios y tarifas más altas.

El aumento del riesgo de Brasil refleja las usuales intervenciones de la administración del mandatario Jair Bolsonaro en el sector energético, mientras que las polarizadas elecciones y reformas constitucionales en Chile y Perú probablemente tengan repercusiones significativas en la minería, según Verisk Maplecroft.

COMUNIDADES

Independientemente del factor, las comunidades son uno de los posibles perdedores del aumento del nacionalismo de los recursos a nivel regional.

“Las comunidades buscan más de las empresas mineras, lo que no es necesariamente algo malo”, señaló Krebs. 

“Dependemos mutuamente el uno del otro de muchas maneras. Las comunidades y las operaciones mineras suelen encontrarse en zonas rurales y remotas del mundo”, comentó el ejecutivo. “Hay mucha interdependencia. Hay concesiones mutuas y algunas veces una de las partes busca más que la otra”.

“Es complicado cuando los gobiernos piden más, porque cuando lo hacen, están tratando de cambiar las reglas a la mitad del juego. Ello le quita más a la operación, que podría asignarse a algunas de esas solicitudes de la comunidad", añadió.