Nueva torrera BIC apunta a tener 1.000 torres en 3 o 4 años

Brazil Infrastructure Company (BIC) tiene previsto controlar y operar hasta 1.000 torres de telecomunicaciones en el país en un plazo de tres años, dependiendo de la demanda del mercado, dijo a BNamericas su CEO, Javier Rodríguez García.

Actualmente, la empresa está definiendo con inversionistas cómo será su estructura societaria y accionaria, a la espera de obtener su registro de identificación tributaria (CNPJ) para debutar oficialmente en el mercado local.

La expectativa es que le entreguen el CNPJ a fines de este mes, dijo a BNamericas su fundador y CTO, Antonio Álvarez Modrono.

Entre los potenciales inversionistas y accionistas de BIC se encuentran los fondos brasileños Monte Capital y G5 Partners, además de fondos de EE.UU., Reino Unido y México, señalaron los ejecutivos.

La movida marca la entrada de un nuevo actor al disputado y cada vez más consolidado segmento de torres de telecomunicaciones en Brasil.

La apuesta por una nueva empresa en el sector surgió de la constatación de que aún queda mucha infraestructura móvil por instalar en Brasil, en especial en zonas remotas y rurales, y que los actores más consolidados del sector no están atendiendo adecuadamente la demanda, indicó Rodríguez García.

“Son dos los focos principales. Uno son los sistemas tradicionales con los operadores, este es el mayor foco. Pero hay un nicho muy fuerte, que son las redes privadas de 5G y, en el futuro, de 6G. Va a haber mucho, sobre todo para agronegocio, minería, todos estos campos que necesitan esa cobertura que a las operadoras muchas veces les cuesta conseguir”, indicó el CEO de BIC.

Graduado de Ingeniería en Madrid, García ha ocupado varios puestos en la industria de telecomunicaciones y fue CTO de la filial brasileña Vivo de Telefónica.

Entre junio de 2013 y abril de 2015, presidió el consejo consultor de Brasil Towers Company (BTC). Abandonó la empresa por desacuerdos sobre el modelo de gestión, aseguró.

INVERSIONES

Ya se han presentado estimaciones de gasto de capital a inversionistas como parte de un plan de negocio estructurado, inicialmente a cinco años.

Para fines de 2025, la expectativa es tener 300 sitios en Brasil y 700 en una segunda fase, para llegar posteriormente a 1.000 en 3 o 4 años.

Las cifras definitivas dependerán de la demanda de operadores y empresas, indicó García.

Para este año, la idea es cerrar con los primeros 18 sitios con un gasto de capital de menos de US$1 millón.

Para hacer frente a actores como American Tower, Highline, SBA, IHS y QMC Telecom, que en conjunto representan aproximadamente el 70% de la infraestructura de torres de Brasil, BIC apuesta por alianzas, por un buen conocimiento del mercado y las relaciones de sus ejecutivos, y por una mayor rapidez que las empresas de torres establecidas, agregó García.

Macrotorres, sistemas de antenas distribuidas (DAS) y celdas pequeñas conformarán la cartera básica de BIC. Con el tiempo, la fibra también podría entrar en el paquete para dar servicio a operadores.

El modelo de negocio será esencialmente el de subcontratación, según los ejecutivos, y la torrera apuntará a operar con pocos activos, especialmente desde la perspectiva de la fuerza laboral.

BIC no tiene intención de construir los sitios por cuenta propia, sino de contratar los servicios con empresas especializadas del sector. Los proveedores de torres, las obras civiles y la energía se subcontratarán, indicaron.

Según Álvarez Modrono, este modelo podría implicar un mayor gasto inicial, pero representa una estructura financiera más estable a mediano y largo plazo.

Hay conversaciones actualmente con al menos diez empresas de torres, así como con seis empresas de infraestructura. Los ejecutivos también afirman que mantienen conversaciones positivas con operadores.

Por el momento, la adquisición de sitios construidos y de otras torreras no está en el radar, pero todo dependerá de la posición de los accionistas, aseguró García.