¿Podría Petroperú cerrar el año con un quinto presidente del directorio?

Alejandro Narváez Liceras asumió la presidencia del directorio de la petrolera nacional Petroperú en noviembre, lo que lo convirtió en la cuarta persona en el cargo este año.

El nombramiento de Narváez, quien vuelve al cargo que ocupó entre 2003 y 2005, se produjo dos meses después de que su predecesor, Oliver Stark Preuss, dimitiera en septiembre tras dirigir el directorio de la compañía estatal desde junio.

Antes de Stark, Carlos Linares Peñaloza estuvo al mando entre marzo y abril, tras el mandato de Pedro Chira Fernández, que comenzó en abril de 2023. Linares y Chira también renunciaron.

Entre las razones de los cambios constantes se encuentran la percepción de falta de urgencia del gobierno para mejorar la sostenibilidad de la empresa, disputas legales y luchas políticas internas.

El nombramiento de Narváez por parte del gobierno ha generado críticas más generales sobre los desafíos de gobernanza de Petroperú y preocupación sobre el impacto económico de la complicada situación financiera de la firma.

Además, el nombramiento de Óscar Vera Gargurevich como CEO de Petroperú ha sido criticado por quienes consideran que la designación de uno de los exministros de Energía y Minas de la presidenta Dina Boluarte es tan solo un posicionamiento político.

REACCIÓN

“Estas designaciones políticas, ideologizadas e irresponsables refuerzan la posición de que el Ejecutivo está en contra de una reestructuración de Petroperú”, señaló la confederación de grandes grupos empresariales Confiep tras la selección de Narváez.

“Esta situación envía un mensaje desfavorable a los agentes financieros, los mercados y, sobre todo, a la ciudadanía”, añadió.

La Unión de Gremios, que incluye a la Sociedad Nacional de Industrias, expresó “su profunda preocupación por la falta de dirección y la inadecuada gestión que demuestra el gobierno respecto a la situación de Petroperú”.

La Cámara de Comercio de Lima (CCL) considera que el decreto de urgencia del gobierno, que estableció medidas económicas y financieras extraordinarias para ayudar a garantizar la sostenibilidad de Petroperú, va en la dirección equivocada.

“La cantidad de dinero que adeuda la empresa estatal es equivalente al 1,6% del PIB, al 7% del presupuesto público 2025 y al 26,4% del presupuesto público de inversiones [de] 2025”, detalló la CCL.

La asociación representante del sector de hidrocarburos SPH enfatizó la necesidad de cumplir con el decreto de urgencia que aprobó una nueva reestructuración económica y financiera de Petroperú.

“Una gestión alineada con los objetivos de reestructuración debe ser el camino para posicionar a Petroperú como una empresa sólida y confiable en el mercado”, indicó el presidente de SPH, Felipe Cantuarias.

Por su parte, la agrupación de la industria minera, petrolera y energética SNMPE criticó el decreto, que califica de un rescate de más de US$2.692 millones “sin establecer de manera clara y precisa los plazos y metas de la reestructuración a la que debe ser sometida, así como las medidas que garanticen un buen gobierno corporativo”.

SNMPE pidió que Petroperú cuente con un directorio técnico e independiente, libre de injerencias políticas y conflictos de intereses.

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RESPUESTA DE PETROPERÚ

“Todos los miembros del directorio, designado por la junta general de accionistas, son profesionales de primer nivel, con una sólida experiencia profesional y conocimiento profundo en sus áreas de especialización”, dijo a BNamericas el departamento de comunicaciones de Petroperú.

En su primera sesión de directorio, Narváez dijo que asume “esta designación con optimismo y compromiso, iniciando una nueva gestión con grandes expectativas y objetivos claros en beneficio de la empresa y el país”.

La hoja de ruta para revertir la situación de Petroperú, calificada de crítica por el presidente del directorio, contempla un plan de reducción de costos y optimización de recursos y una mejora en la eficiencia de la nueva refinería de Talara y otras unidades de negocio.

También se prevé aumentar la participación del operador estatal en el mercado de combustibles de 24% a 38% y mantener su presencia en el segmento upstream, al tiempo que se aborda el creciente escrutinio socioambiental de la exploración y producción de petróleo y gas, particularmente en la Amazonía, y las contingencias a lo largo del Oleoducto Norperuano.

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PROYECCIONES

Respecto a los cambios en la plana ejecutiva de Petroperú, el analista de crédito Gastón Falcone, de S&P Global Ratings, dijo a BNamericas que es “uno de los puntos que más ha afectado la evolución de la compañía en los tres años”.

Falcone resaltó que, para ayudar a fortalecer las finanzas de la compañía, la nueva refinería de Talara debe operar al 75-80% de su capacidad para recuperar participación en el mercado nacional de combustibles.

Petroperú ha señalado que la refinería de 95.000b/d de capacidad procesa más de 90.000b/d.

El analista dijo que, en el caso de las aspiraciones en el área upstream, la compañía necesita organizarse y tener mayor claridad para un potencial desarrollo de lo que ve como un segmento aún pequeño para Petroperú.

“El Gobierno peruano ha tenido hasta ahora la capacidad de dar a la empresa la liquidez necesaria para cumplir con sus obligaciones, y estamos viendo unas métricas macro de la economía peruana de que el crecimiento se ha mantenido”, dijo Adriana Eraso, directora y analista principal de calificación de Fitch Ratings, en conversación con BNamericas.

Agregó que la calificación standalone de Petroperú es ‘CC’, lo que indica que la firma no podría cumplir por sí sola con sus obligaciones.

“Entones, si no fueran por todas estas inyecciones de capital, todos estos instrumentos para mejorar la liquidez que el Gobierno peruano ha puesto a disposición de la compañía, habría entrado en default este mismo año”, agregó.

El centro de estudios económicos local IPE denunció la “deficiente” gestión de Petroperú, que, en su opinión, ha generado un alto costo para el Estado.

“En total, hasta el 2024, el apoyo financiero a Petroperú asciende a 20.200 millones de soles [US$5.400 millones]. Estos fondos podrían haber financiado la ejecución de 100 colegios de alto rendimiento como los que se construirán en Cusco, Huancavelica y Pasco y 40 hospitales de mediana complejidad como el de Villa el Salvador”, explicó el IPE.

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NTR = Nueva refinería de Talara. Fuente: Petroperú

BNamericas informó anteriormente que las pérdidas netas de Petroperú aumentaron a US$745 millones entre enero y septiembre frente a los US$530 millones del mismo período del año pasado, en tanto, sus ingresos disminuyeron 12% a unos US$2.640 millones.

El operador estatal atribuyó los resultados a una caída de las ventas y los precios, así como a mayores costos de venta.

Su participación en el mercado local de combustibles se situó en 24% en los primeros nueve meses del año, frente a la meta fijada de 33% para 2024, posición impactada por lo que Petroperú califica como una parada imprevista de la unidad de coquización flexible de la refinería de Talara, una competencia agresiva y cierres de puertos que complican el cabotaje.

Fuente: Petroperú