Proyecto de reforma tributaria de Brasil es agridulce para industria de TIC

Si bien la industria brasileña de TIC se muestra relativamente conforme con la versión final de la reforma tributaria aprobada por la Cámara de Diputados, hay algunos puntos importantes con los que no está contenta.

Esto es válido en especial para las empresas del sector más enfocadas en servicios de valor agregado al final de la cadena, en el área B2C, que atiende a clientes finales, donde es probable que tenga un aumento general de impuestos.

Sin embargo, la unificación de cinco impuestos federales, estatales y municipales, y el fin de los gravámenes acumulativos, es decir, impuestos que se cobran sobre otros impuestos, es algo que la industria ha respaldado y ve transversalmente como motivo de celebración.

“Lo positivo de la reforma para la industria es la simplificación de todo el sistema. Ese es el punto principal. El segundo punto es una reducción de la litigiosidad del sector en su conjunto”, dijo a BNamericas Marcus Vinicius Gonçalves, socio y jefe del área tributaria de KPMG Brasil.

Gonçalves se refirió a la clasificación actual de un servicio de valor agregado (como internet) y la definición de servicios de telefonía y telecomunicaciones. En la actualidad, cada uno de ellos está sujeto a normas específicas e impuestos diferentes, que aplican tasas diferentes.

El problema es que la línea entre lo que es internet y lo que es telecomunicaciones es cada vez más difusa, lo que ha dado lugar a litigios por los impuestos aplicados.

De este modo, con la simplificación que supone la reforma, esta distinción acabará de forma definitiva, al menos en teoría, al convertir todo en un solo territorio con las mismas tasas impositivas.

En tanto, es casi seguro que el segmento de TI y los servicios de valor agregado, como el streaming —hoy no sujetos a muchos impuestos—, enfrentarán un alza general como consecuencia de los cambios.

“Es probable que se incremente la tasa [a los servicios de streaming] a un 25%. Si bien pueden obtener créditos fiscales, no será suficiente para compensar la diferencia”, advirtió el analista de KMPG.

“Como todas las reformas, tiene aspectos positivos y negativos. Todavía tengo dudas sobre cómo vamos a poder traspasar una carga mayor a los clientes. Por otro lado, ganaremos eficiencia en gestión. Mejorará la operación tributaria, será más simple”, dijo a BNamericas Gustavo Britto, director global de industria digital de la multinacional brasileña de TI Stefanini y socio director de la unidad IHM Stefanini.

FUERZA LABORAL

Al centrarse en impuestos que gravan bienes y consumo, esta primera parte de la reforma tributaria debiera afectar a sectores intensivos en mano de obra, como las empresas de tecnología y desarrollo de software.

Además de esto, estos sectores, al igual que otros que emplean a mucho personal, no generan créditos fiscales que puedan utilizarse para compensar pagos.

Para la industria de telecomunicaciones, aún existen interrogantes sobre cuánto pagarán los operadores tras la unificación de los cinco impuestos.

“Mirando solo a las telecomunicaciones, es difícil decir ahora si habrá un aumento en la carga tributaria. Todavía necesitamos los detalles, las normas y las tasas de referencia, que vendrán más adelante. En la actualidad, el sector de telecomunicaciones ya está fuertemente gravado con el [impuesto estatal] ICMS, que dejará de existir”, dijo Gonçalves.

“No sabemos si la carga tributaria general aumentará, se mantendrá neutra o disminuirá, pero no creo que vaya a disminuir”, agregó.

SOFTWARE

La industria del software ve riesgo de judicialización con la reforma, ante todo por las futuras tasas diferenciadas y las normas en materia de créditos, es decir, quién puede y quién no puede acceder a ellos.

Abes, la principal entidad del sector, afirma que las microempresas y pequeñas empresas del sector no podrán utilizar créditos fiscales e identifica riesgo de pérdida de empleos.

“Nuestra mayor preocupación es el riesgo de asfixia al microempresario y pequeño empresario, porque están en la categoría Simples [régimen tributario simplificado para pymes]. La propuesta asfixiará a los contribuyentes simples y a este segmento, que es fundamental para el sector”, dijo a BNamericas Rodolfo Fücher, presidente de ABES.

Abes representa a más de 2.000 empresas, de las cuales el 77% son microempresas y pequeñas empresas que representan cerca del 85% de los ingresos del sector de software y servicios en Brasil y generan más de 232.000 empleos directos e ingresos anuales por 92.000 millones de reales (US$19.100 millones), según la asociación.

Fücher indicó que habrá un aumento significativo en los costos operacionales para los desarrolladores de software, ya que no tienen “insumos” que generen créditos fiscales. El mayor “insumo” de las empresas del sector es el personal, la nómina, y estos gastos no generan créditos fiscales.

“Queremos llamar la atención sobre las complicaciones que trae esta propuesta cuando estamos hablando de revolución digital. El software, los servicios y los equipos son la base de esta revolución. ¿Brasil querrá quedarse atrás y simplemente hacer que los procesos para este sector sean más costosos?”

Según el ejecutivo, los usuarios finales, los particulares, así como los sectores financiero y gubernamental, además de ONG, tendrán un incremento en el costo de adquisición y contratación de tecnología. Tampoco podrán traspasar el aumento de costos, porque están al final de la cadena.

Estos costos adicionales de TI por mayores impuestos afectarán a todos los sectores de la economía y perjudicarán la competitividad de Brasil, señala el ejecutivo, que plantea que hoy nadie vive ni trabaja sin tecnología, insumo tan esencial como la energía, el agua y la electricidad.

“Va a haber un aumento, va a haber inflación y eso debe quedar claro. El gobierno señala que la reforma no es para subir los impuestos, pero va a haber un aumento. Nuestro llamado es a tener cuidado. ¿De verdad queremos lastrar un sector que es fundamental para la transformación de la sociedad?”

Fücher también se quejó de que el sector prácticamente no tiene acceso al contenido de la reforma ni a los cambios de última hora que se le hicieron. Planteó también su oposición a la noción de especificar sectores esenciales que estén sujetos a menores impuestos en la Constitución y sostuvo que la sociedad y la economía cambian con el tiempo y hacer modificaciones en el futuro sería complicado.

Sin embargo, ya que se ha hecho esto, Abes y otras asociaciones industriales trabajarán ahora para garantizar que las TIC se incluyan en esta lista de sectores cuando el Senado discuta los cambios.

PRINCIPALES OPERADORES

Si bien defendían la reforma y elogiaban la simplificación del régimen fiscal, las grandes telecos no lograron ser incluidas en la lista de sectores especiales que podrían tener tasas impositivas más bajas.

“Reconocemos la complejidad de impulsar una reforma tributaria amplia que conduzca a una efectiva simplificación y reducción de la carga tributaria. El sector, sin embargo, considera que el texto aprobado por la Cámara de Diputados no reconoció el carácter esencial de los servicios de telecomunicaciones y la conectividad para la economía y para más de 200 millones de usuarios, quienes pagan una de las cargas tributarias más altas del mundo”, dijo en un comunicado la asociación de telecomunicaciones Conexis, entre cuyos miembros figuran los operadores más grandes del país.

En declaraciones recientes a los medios locales, el titular de Conexis, Marcos Ferrari, dijo que la industria esperaba una reducción de hasta 50% en la carga tributaria total sobre los servicios de telecomunicaciones.

Los operadores querían que la tasa del nuevo impuesto unificado de servicios (CBS) fuera de 7,5% para las telecomunicaciones, recalcó.

Otra crítica es que las tasas que las empresas de telecomunicaciones deben pagar a los fondos de desarrollo sectorial no están incluidas en la reforma.

Los operadores intentarán ahora que la reforma sea bloqueada en el Senado y procurarán que el sector sea catalogado actividad esencial para lograr así tasas impositivas menores. El Senado debiera votar la reforma en octubre.

Como la reforma es una enmienda a la Constitución, si los operadores no logran sus objetivos ahora, será muy difícil obtener los cambios que desean en el futuro.

“Conexis seguirá trabajando con el Parlamento y ahora en el Senado para que el sector de las telecomunicaciones tenga el debido reconocimiento a su papel esencial para los brasileños y tenga una tasa impositiva diferenciada, que permita que los servicios lleguen a cada vez más personas”, señaló la agrupación.