¿Quién lidera la carrera eólica marina en América Latina?

La energía eólica marina está ganando terreno impulso en América Latina a medida que los países buscan diversificar su matriz energética y cumplir los objetivos climáticos.

Sin embargo, aunque la región cuenta con un enorme potencial eólico marino que supera los 7.000 GW, solo un puñado de naciones están logrando avances tangibles.

CONTENIDO RELACIONADO El salto energético hacia el mar en América Latina

Colombia: el líder regional

El país está a la vanguardia de la carrera eólica marina en América Latina al avanzar con la primera subasta de energía eólica marina de la región.

El gobierno precalificó a ocho grupos para una licitación por la asignación de permisos de ocupación temporal, que podrían convertirse en concesiones a largo plazo. La hoja de ruta nacional de la energía eólica marina estima un potencial de 50 GW, con hasta 9 GW operativos para 2050.

Las altas velocidades del viento, el apoyo político y el potencial de Colombia para la producción de hidrógeno verde aumentan su atractivo, pero la inversión en infraestructura portuaria y claridad regulatoria serán claves para aprovechar su potencial.

Brasil: cómo sacar provecho de 240 GW

La nación está convirtiéndose rápidamente en protagonista de la energía eólica marina. En enero aprobó un marco regulatorio que facilita la implementación de más de 240 GW de capacidad propuesta.

La primera subasta por áreas marítimas tendrá lugar en la segunda mitad de 2025, y los proyectos podrían entrar en servicio entre 2031 y 2032.

Sin embargo, persisten desafíos, como los altos costos de capital y obstáculos regulatorios. La extensa costa de Brasil y sus competitivos recursos eólicos le otorgan una ventaja competitiva, pero el país debe invertir en infraestructura portuaria y agilizar la tramitación de permisos para acelerar el desarrollo.

Chile y Uruguay: hidrógeno verde

Los países sacarán provecho de la energía eólica marina como catalizador de sus ambiciones en materia de hidrógeno verde. Uruguay planea subastar bloques marinos para la producción de hidrógeno eólico, mientras que Chile colabora con socios internacionales para idear su hoja de ruta en energía eólica marina.

Ambas naciones presentan cuantiosos recursos eólicos y políticas de transición energética, pero enfrentan trabas regulatorias y de costos.

México: llega tarde pero promete

México cuenta con un notable potencial eólico marino, de hasta 869 GW, según estimaciones del Banco Mundial, pero carece de un marco regulatorio. La administración de la presidenta Claudia Sheinbaum introduciría políticas que impulsen el mercado de la energía eólica marina.

Con una fuerza laboral calificada en actividades costa afuera y la proximidad al mercado estadounidense, México cumple los requisitos para llegar a ser un protagonista del sector si prioriza la inversión y el apoyo político.

El Caribe y Centroamérica: sus posibilidades

Trinidad y Tobago lidera los esfuerzos en energía eólica marina en el Caribe, integrándola con proyectos de hidrógeno verde. Mientras tanto, Costa Rica y otros países efectúan estudios de viabilidad.

Los riesgos climáticos extremos y la infraestructura limitada suponen desafíos, pero la energía eólica marina podría ayudar a las islas a reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados.