Sete Brasil exige indemnización de US$6.000 millones a Petrobras

Sete Brasil Participações interpuso una demanda contra la petrolera federal Petrobras para exigir 36.000 millones de reales (US$ 6.000 millones) en compensación por el colapso de un proyecto de plataformas de perforación.

Projeto Sondas se lanzó en 2009 para apoyar la exploración y producción en campos petrolíferos presalinos de Brasil. Tras el descubrimiento de enormes campos de petróleo en la zona, Petrobras estimó que necesitaba al menos 40 plataformas de perforación, de las cuales 28 serían construidas por astilleros brasileños para cumplir con los requisitos de contenido local del organismo de control del petróleo y el gas, ANP.

Se esperaba que Petrobras fletara las plataformas construidas localmente bajo contratos a largo plazo con un presupuesto estimado de US$ 22.000 millones.

Sete Brasil fue creada para llevar adelante el proyecto, con Petrobras como su principal accionista. Para acelerar la construcción, Petrobras coordinó la captación de fondos de otros accionistas de Sete Brasil y ayudó a conseguir préstamos puente de instituciones financieras, que se reembolsarían mediante financiación a largo plazo del banco de desarrollo BNDES.

El proyecto se vino abajo en 2015, cuando la Policía Federal comenzó la operación Lava Jato, que expuso la corrupción generalizada en Petrobras, lo que llevó al BNDES a congelar la financiación. Al carecer de fondos para pagar los préstamos o a los contratistas de los astilleros, Sete Brasil solicitó protección por quiebra en 2016, proceso que todavía está en curso.

Sete Brasil denuncia que Petrobras “aprovechó la investigación Lava Jato para ocultar su intención de desmantelar Projeto Sondas o, al menos, reducirlo a una escala insignificante, sin asumir la responsabilidad por los daños que esto causaría a todos los participantes en el proyecto”.

La empresa afirma que Petrobras decidió abandonar los contratos porque no sería más rentable arrendar plataformas en el mercado internacional que cumplir sus acuerdos de fletamento a largo plazo.

Sete Brasil dijo que los inversores habían aportado 8.000 millones de reales en capital y 19.000 millones en préstamos puente, que se esperaba que se devolvieran una vez que se liberaran los fondos del BNDES.

La demanda de indemnización se basa en el presunto incumplimiento de Petrobras de sus obligaciones contractuales, en particular en lo relativo al fletamento de plataformas, así como en irregularidades de sus representantes durante la ejecución del proyecto, según Sete Brasil.

“Había un grupo delictual formado por ejecutivos de Petrobras, algunos de los cuales se convirtieron en ejecutivos de Sete Brasil únicamente porque, en 2010, como accionista controlador de facto de la empresa, Petrobras los nombró para su directorio”, denuncia la empresa.

La demanda está a cargo de los despachos Bermudes Advogados y Faveret Tepedino Londres Fraga.

Un abogado que pidió mantenerse en el anonimato dijo que es demasiado pronto para predecir un resultado porque el caso aún está en sus primeras fases y Petrobras aún no ha presentado su defensa.

"No hay ningún elemento orientador para predecir el resultado de una disputa multimillonaria y, más allá de eso, hay un aspecto político por la participación de Petrobras", dijo el abogado a BNamericas.

Pero el experto cree que Sete Brasil tiene posibilidades de éxito. "La fase probatoria también jugará un papel muy importante en el resultado del caso", agregó.

João Gabriel Águila, de Aguila Advogados, destacó que anteriores arbitrajes que involucran a FIP Sondas, que tiene un 95 % de Sete Brasil, incluida la participación de Petrobras, han tenido resultados mixtos. 

“Por otro lado, en los procesos contra BTG Pactual , Petros y Previ [fondos que conforman FIP Sondas], la empresa optó por llegar a acuerdos transaccionales como medida preventiva para evitar litigios”, dijo a BNamericas.

En 2018, el directorio de Petrobras aprobó los términos clave para un posible acuerdo extrajudicial con Sete Brasil.

Los términos incluían el mantenimiento de los contratos de fletamento y operación de cuatro plataformas durante diez años, a un precio diario de US$ 299.000. Los contratos de las otras 24 unidades que Petrobras había contratado serían rescindidos.

También se estipulaba el fin de la participación de Petrobras y sus subsidiarias en Sete Brasil y FIP Sondas, fondo de inversión que representa a la mayoría de los accionistas del constructor de plataformas.

En ese momento, Petrobras dijo que la firma del acuerdo dependía de que Sete Brasil consiguiera un operador de perforaciones en aguas profundas y con experiencia para implementar los contratos.

Petrobras declinó hacer comentarios sobre la demanda cuando fue contactada por BNamericas.