Startups apuntan a ineficiencias en entrega de carga y de última milla

Al igual que Uber y otras startups buscan causar disrupción en los mercados arraigados, el proveedor de soluciones de entrega B2B de última milla Shippify comenzó como un negocio ilegal hace tres años.

"El servicio postal de Brasil nos envió una carta de cese y desistimiento porque estábamos violando su monopolio", dice el presidente ejecutivo y cofundador Miguel Torres. "¡Se convirtió en una gran publicidad para nosotros!"

Shippify —que desde entonces ha expandido sus operaciones a Chile, Ecuador y México, y apunta a Colombia y Perú en 2020— es una de las muchas plataformas digitales que ofrecen soluciones como consolidación de carga y software de seguimiento de flotas para abordar las ineficiencias en el sector de transporte de carga y envío en Latinoamérica.

La plataforma ofrece gran cantidad de su flota de conductores, que trabajan en un sistema basado en comisiones similar al de Uber, entregando envíos de hasta 20kg para minoristas como Falabella y plataformas de comercio electrónico como MercadoLibre. Algunos clientes tienen su propia flota y recurren al software como servicio de Shippify.

"B2B no es solo consolidar cajas para hacer una entrega; otros factores importantes son la ruta y la densidad", explica Torres, quien recibió financiamiento de Mena Venture Investments y 1776, entre otros fondos. "Ofrecemos una solución SaaS elástica: puedes usar nuestra flota de conductores en temporada alta, o usar nuestra misma tecnología SaaS para rastrear tu propia flota".

Fuente: shippify.co

T-Cargo es un tipo diferente de startup centrada en el segmento sudamericano de carga, particularmente en carga transfronteriza de al menos 4 toneladas y generalmente más de 20 toneladas.

Lanzado el año pasado en Argentina —y recientemente en Chile con financiamiento de Grupo Altasur, con sede en Mendoza— ofrece un marketplace que reúne a empresas y proveedores de carga.

"El 54% de viajes retornos en Chile van vacíos de carga. Enviar carga de Santiago a Arica [en el extremo norte del país] cuesta unos 2mn de pesos [US$2.800] el flete, pero al consolidar la carga a través de nuestra plataforma puedes bajarla a 1,3mn de pesos", señaló el titular del área digital, Matías León Feldman.

T-Cargo, que cobra a los proveedores de carga una comisión de 7% y espera alcanzar un punto de equilibrio en la segunda mitad de 2020, aspira a expandir eventualmente su presencia a Brasil, Perú y Bolivia para cubrir el corredor bioceánico, ya que la plataforma incluye formularios aduaneros y otras funcionalidades diseñadas específicamente para envíos transfronterizos.

De acuerdo con Feldman, si bien Uber y las nuevas startups se están moviendo cada vez más en el espacio de carga, el mercado es lo suficientemente grande para múltiples jugadores. El ejecutivo prevé que los clientes y proveedores de carga utilizarán diferentes plataformas simultáneamente o según la necesidad, tal como ocurre con los usuarios de aplicaciones de viajes compartidos.

"Por año chile gasta entre US$12.000mn y US$15.000mn en servicios de flete. Brasil gasta US$160.0000mn y Argentina US$23.000mn", indicó. 

"Si entre todos los que estamos compitiendo logramos dentro de cinco años tener un 10%, ya es extraordinario, y un beneficio para la sociedad y la economía", sostuvo.

Fuente: T-Cargo